- Los abonos, acreditaciones y entradas se cogen en el Auditori, para eso tienes que ir hacia el Hotel Melia y pasar la entrada del Auditori de largo, seguir hacia la tienda de merchandishing y la barra de bebidas y comidas y cuando acabe el edificio girar a la derecha, allí al fondo están tanto la recogida de acreditaciones, etc ... como la sala Tramuntana.
- Cuando vuelvas ya con tu entrada tan contento, hay tres, si tres colas diferentes, la que se pone a la izquierda de la entrada mirando ésta de frente es para los que tienen entrada individual para esa película, al otro lado en la parte de abajo está la gente con acreditación de prensa (afortunados vosotros, otro año que me la deniegan) y en un pasillo unos metros más arriba está la cola de la gente con abonos y otro tipo de invitaciones.
Para el resto de sedes mejor mirar el mapa que viene en los programas de mano, aunque yo juraría que éste año es bastante más pequeño, de todos modos una buena referencia para llegar a Prado y Retiro es la estación de Cercanías, la calle Francesc Gumà donde está Prado y un poco más abajo Retiro es una de las primeras que baja desde la estación.
En fin y tras las pequeñas indicaciones para los más nuevos, que todos lo hemos sido alguna vez, vamos con lo que interesa, las películas, comenzábamos la mañana con uno de los platos fuertes del festival La Bruja (The Witch), película que ha entusiasmado por allá por donde ha pasado y ha catapultado al estrellato a Robert Eggers tras ganar el premio al mejor director en Sundance 2015.
The Witch cuenta la historia de una familia que tras abandonar su comunidad intenta sobrevivir en un bosque en Nueva Inglaterra, la religión y el campo ocupan sus vidas hasta que un día su bebé desaparece junto al bosque y extraños sucesos comienzan a ocurrir.
Una vez vista es fácil alabar todas las bondades del film, desde una dirección artística, fotografía y localización de exteriores sobresalientes hasta la dirección e interpretación de los actores, pero hay que reconocer que la película en su comienzo es exigente con el espectador, desarrollándose de modo muy lento, dejando semillitas de lo que luego va a ocurrir, puede acabar con la paciencia de los menos exigentes o los que tengan un día que necesitan algo diferente, pero si consigues entrar en su juego y su ambiente cada vez más insano y malrollero la recompensa lo valdrá con creces, a partir de cierto suceso en el que se ven implicados Thomasin y Caleb la película empieza a subir y ya no para, añadiendo al ejercicio de estilo creado por Eggers la capacidad de infundir auténtico miedo en el espectador gracias a un reparto en estado de gracia en el que a distintos niveles todos brillan, incluidos los más pequeños, el mal cuerpo final que se te queda una vez finalizada es impresionante. Peliculón y enorme comienzo para Sitges 2015.
Postdata de éste párrafo, ya se que ésto es un ataque un poco gratuito pero tenía que soltarlo, si quieres hacer una película sobre fanatismo religioso así es como se hace Amenabar.
Tras éste arrollador comienzo difícil lo tenía la siguiente proyección, aunque se trataba de otros pesos pesados, nada más y nada menos que la vuelta de Monty Python al completo al cine bajo la dirección de Terry Jones, a través de Absolutley Anything, traducido en España (alabado sea Black Phillip) por una vez de manera normal como Absolutamente todo, en ella una Junta de Extraterrestres de inteligencia superior, someten a la tierra a una prueba para ver si son dignos de pertenecer a su "alianza" o deciden destruir el planeta, para ello le otorgan a un hombre al azar (ojo a las tronchantes opciones que están a punto de salir) la capacidad de hacer cualquier cosa que pueda imaginar y ver si es capaz de discernir el bien y el mal.
A ver, no nos podemos engañar, la premisa argumental no es que sea el sumun de la originalidad y la película peca en ocasiones de excesivamente blanca y comercial en busca de un humor para todos los públicos, pero el factor nostalgia juega aquí un papel importante, por una parte de gozar de un estupendo Robin Williams (con homenaje final en créditos) en uno de sus últimos papeles y por otra de volver a ver de nuevo reunidos a los Monty Python, aunque sea virtualmente, y para que negarlo, siguen teniendo unas punchlines a la altura de muy pocos en el mundo del humor, la película cumple su cometido con creces que es hacer reír, el resto ya depende de vosotros si os queréis meter a analizarla más en profundidad o simplemente disfrutarla.
A continuación y siguiendo en el Auditori, otra de las películas más esperadas de éste festival, Attack on Titan, en éste caso la primera parte del díptico en que se ha convertido la traslación a imagen real de la obra que ha revolucionado el mundo del Manga y que nos tiene a todos los amantes del Anime mordiéndonos las uñas a la espera de su segunda temporada.
Y aquí, la objetividad que siempre se intenta y nunca se consigue, si que es totalmente imposible, me es muy difícil valorar el film sin tener en cuenta mi conocimiento del Anime, y es que la traslación es un completo y absoluto desastre, no ya solo por los cambios importantísimos que se producen tanto en trama como en personalidad de los personajes, si no porque pierde toda la esencia de la versión animada y sus principales puntos fuertes, no esperéis a Armin, Eren y Mikasa por que los que aparecen en pantalla no son ellos, tienen sus nombres pero no lo son, especialmente sangrante es el caso de ésta última, las batallas con los titanes son escasas y bastante mal realizadas, todos sabíamos que poner en acción los aerodeslizadores iba a ser algo complicado, pero ay Manolete, si no sabes torear pa que te metes, para que no digáis que soy un hater, los titanes no están mal hechos del todo y tiene algún momento gore que se agradece bastante.
En fin, de verdad que intentando salirme un poco del momento fan, el mayor problema que le veo a la película es su absoluta y completa falta de ritmo, haciéndose aburrida en varios momentos dejando la sensación de que ha sido innecesariamente alargada para poder estrenar dos partes y sacar más dinero, a pesar de todo mañana voy a ver la segunda parte, con la esperanza de que algo de ésto mejor, ¿por qué? pues porque en el fondo soy un friki y un poco masoquista.
Y de ahí nos mudamos a la "nueva" sala Tramuntana, en la que otros años ya se habían podido ver series y documentales y en ésta edición se ha convertido en una cuarta sala en la que emitir películas, mi opinión sobre ella es que se ha hecho un buen trabajo a nivel de ganar espacios y butacas, pero la proyección deja bastante que desear, tanto por tamaño de pantalla como por calidad de imagen, al margen de los pequeños problemas técnicos que ha habido durante Mr. Right el chiste que se soltaba de que se les había rayado el Blu Ray no deja tener cierta parte de verdad y es que he visto equipos caseros con mayor calidad de imagen de lo que hemos visto en Tramuntana.
Entrando en materia con Mr. Right, no vamos a decir que la película sea un truño, porque no lo es, pero si que es cierto que particularmente esperaba bastante más de ella, y si bien la dirección de Paco Cabezas, ágil y estilizada le da algo de vidilla al asunto no puede llegar a recuperar ésta especie de mezcla de comedia romántica con película de acción con un par de personajes que pese a ser interpretados por dos actores de conocida solvencia como Sam Rockwell y Anna Kendrick rozan el nivel de hostiables y es que a veces cuando se quiere ser tan cool acabas siendo un poco insoportable y en ese sentido culpo especialmente a un Max Landis al que se le comienzan a acabar las oportunidades, y es que su guión lleno de tópicos y cliches con cero originalidad se suma a su tropezón en la abominable American Ultra y su participación no se sabe al final en que modo en el desastre absoluto que fue Cuatro Fantásticos así que a falta de nuevas pruebas puede que a Josh Trank no fuera al único que le sonó la flauta con Chronicle. En fin, que si queréis ver Mr. Right se echa el rato pero vamos yo tengo que confesar que tuve que luchar duramente contra la tentación de quedarme dormido y es que ésta película parece más propia de emitirse en Divinity que de estar en Sitges 2015.
Para acabar el primer día nos desplazabamos al precioso Casino (que bonito es pero que que mal se ven los subtítulos) para nuestra primera ración de cine asiático nada más y nada menos que con el maestro Takeshi Kitano y Ryuzo and his Seven Henchmen, en la que el longevo director japonés nos lleva de nuevo a su lado más gamberro para contarnos la historia de un grupo de yakuzas retirados que se niegan a ser apartados por la sociedad y decide formar una nueva banda enfrentándose con otra banda más joven y metiéndose en un montón de problemas por el camino.
Humor de sal gruesa, situaciones ridícula y ese humor tan Kitano que nos llega a recordar en algunos momentos a su mítico Humor Amarillo, no esperéis aquí la belleza visual de otras obras del realizador nipón (aunque en alguna que otra ocasión demuestra su habilidad en el manejo de la cámara) si no un entretenimiento de primera categoría que sin duda consigue lo que busca, que es arrancar un buen número de carcajadas entre los espectadores.
Había ganas de pasarse por una nueva sesión de Cine Basura con el gran Paco Fox en la sala Tramuntana pero el cansancio ya comenzaba a hacer mella y hay que guardar fuerzas para lo que viene por delante, empezando por el día de mañana con Le Tout Noveau Testament, The Gift, Knock Knock, Ataque a los Titanes 2, Turbo Kid, Anomalisa y tal vez el paso por alguna de las secciones paralelas del festival (aunque habrá que averiguar todavía donde están el Espacio Movistar y la Hort de Can Falç). Recordar que si queréis seguir el festival al momento podéis hacerlo a través de la cuenta de Twitter @tododesdemisofa
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