miércoles, 14 de octubre de 2015

Sitges 2015: Las mañanas: Día 5

En pleno ecuador del festival de éste año y ¿aún no he dicho aquello de que se empieza a notar el cansancio no?, porque es un clásico, ya caerá, probablemente mañana, hoy ha sido día de lluvia y todos bien resguardaditos en el cine, la opción hoy ha sido Auditori todo el día con sus lonas estupendas para que no te moje la lluvia, y ha habido un poco de todo, desde peliculones que no pintan mucho en éste festival, pajas mentales (de las otras eran en Love), un poco de cine asiático y otra candidata a ganar el premio del público, allá vamos.

Y para comenzar el día una película que a prior no tiene que ver demasiado con éste festival como Youth, la última obra de Paolo Sorrentino, pero oye hay tantas películas que están en el límite del fantástico y terror que por lo menos está era buena, así que aceptamos barco.
Y digo buena y me quedo muy corto, Youth o La Juventud entra directamente de lo mejor que hemos visto hasta ahora en éste festival, Sorrentino utiliza a dos amigos pasando una temporada en un balneario suizo para reflexionar sobre el paso del tiempo, la soledad, el amor, la apatía, la felicidad, para hablar sobre la vida al fin y al cabo. Desde su preciosismo visual pasando por la maestría de sus interpretes (de un carismático Paul Dano, a un cínico y excelso Michael Caine o Harvey Keitel tirando de socarronería) y un guión que te hace disfrutar de la película tanto durante su visionado como después dándole vueltas a todo lo que te suscita. Algunos dicen que es un Sorrentino menor, yo sin embargo la veo a la altura de sus más grandes obras, en serio, no os la podéis perder.


Tras un parón de dos horas, que por fin descubrimos que era para que los chavales de colegios vieran una película (lo cual me parece estupendo pero podían informar un poco más) que hemos aprovechado para un buen chute de cafeína para lo que nos venía encima, ha tocado la enesima versión de Frankenstein, el director en un larguísimo discurso ha intentado justificar otra versión más de lo mismo con la excusa de que si las nuevas tecnologías, bla bla bla, en fin que he desconectado del discurso vamos.
La película en sí, pues no os voy a contar el argumento a éstas alturas, el giro que se le quiere dar en ésta ocasión además del componente tecnológico es convertir a la criatura más en víctima que en villano, algo que tampoco es original del todo, el film en sí hace aguas por todas partes, desde su aspecto de telefilm hasta la escasa coherencia del monstruo en sus actos pasando por las acciones más risibles que he visto en una película en mucho tiempo, como que pase un tío lleno de sangre delante de la policía y que éstos se queden tan tranquilos para minutos después disparar a un perro porque ladra mucho, ver a Frankenstein que apenas sabe hablar manejando Google Maps, que la policía asesine a alguien y lo entierre bajo unas piedrecitas, o los soliloquios internos de un ser que apenas sabe ponerse la ropa, en fin, un despropósito que va directa al cajón de bodrios a evitar.



 Tras la decepción de Frankenstein, con la que curiosamente no he llegado a dormirme (el segundo café ha hecho su efecto), casi cualquier cosa podía mejorar el panorama cinematográfico, porque fuera no paraba de llover y no daban ganas de moverse a ningún sitio. The Hallow ha sido uno de esos casos de película que tienes apuntada pero cuando vas a verla ya ni recuerdas de que va, el asunto trata de una familia que se traslada a vivir a un bosque por el trabajo del marido que tiene que talar y sanear la zona, ésta acción no es bien vista por algunos vecinos de la zona, que le avisan que el propio bosque le impedirá hacerlo.
Tirando un poco de folclore irlandés y con ciertas reminiscencias al primer Evil Dead (Necronomicón incluído), The Hallow sabe a lo que juega y va al grano desde el primer momento, algo que se agradece enormemente, en apenas 15 minutos los personajes y la situación están presentados y a partir de aquí comienza la acción, criaturas demoniacas, sustos de subida de volumen, criaturas demoniacas y familia que tiene que vencer el mal, pues si un poco lo de siempre, pero contado de manera muy competente, con bichos muy malrolleros y con una tremenda honestidad sobre lo que quiere ser, así que oye, se ha disfrutado lo suyo, alguna de éstas también hace falta de vez en cuando, que desde The Witch estábamos un poco faltos de sustos.


A primera hora de la tarde pequeña sorpresa y es que a los siempre grandes amigos de Cine de Patio (y no lo digo por peloteo por lo de hoy porque ellos saben que el aprecio es verdadero) les sobraba una entrada para Endorphine, película que en un principio no tenía en mente, pero oye, tenía un huequillo ahí y no hay que desaprovechar la opción de poder ver más cine.
Si a The Hallow le agradecíamos la honestidad de su propuesta con Endorphine pasa exactamente lo contrario, quiere ser más película de lo que es, el viaje de lo onírico y lo real y el juego temporal dan para mucho si cuentas algo realmente interesante, pero una vez que despojas al film de éstos elementos se queda en una pequeña historia sobre la culpa y el deseo que apenas daría para un corto, por lo que se acaba cayendo en la reiteración y la monotonía para rellenar metraje.


Por la tarde una de las grandes esperadas de éste festival y que sabía que iba a provocar controversia, The Assassin que con el revuelo causado en Cannes con el premio al mejor director para Hou Hsiao hsien y críticas encontradas que valoraban su propuesta formal pero la acusaban por excesivamente contemplativa.
La historia de una joven asesina que se ve involucrada en intrigas de poder al serle asignada la labor de asesinar a su primo es la excusa para que Hsia hsien ponga en marcha su maestría en la dirección con una bellísima composición de secuencias y una suavidad apenas apreciable a la hora de manejar la cámara siguiendo a sus protagonistas, el despliegue visual es tan apabullante que por momentos nos cuesta centrarnos en la historia, algo a lo que tampoco ayuda el excesivo minimalismo narrativo de la cinta que obliga al espectador a estar en constante estado de alerta para ser capaz de procesar lo que está sucediendo. Probablemente será odiada por muchos por la lentitud en su desarrollo y su densidad argumental, a mi personalmente me ha maravillado y ya pienso en el momento de volver a verla, probablemente en un ambiente más reposado y con la cabeza más despejada (algo difícil con la cantidad de películas que se ven en unos días) la disfrutaré más aún si es posible.


Y para acabar el día y sin movernos del Auditori, uno de los platos fuertes del festival, el estreno mundial de I am a Hero, el manga que está levantando pasiones en Japón, antes hemos asistido a la entrega del Premio Minotauro al gran Elio Quiroga y a la proyección de un corto tal vez excesivamente largo para las horas en las que estabamos, Sirena Negra tampoco ha gustado demasiado al personal que ha emitido tímidos silbidos de protesta ante la presencia del director en la sala.
Volviendo a lo que nos interesa, I am a Hero es la traslación al mundo oriental de todos los cliches del cine de Zombis (aquí NQZ) pasándolos por la locura, el gore y el sentido del humor japonés, con un comienzo lleno de situaciones desternillantes fruto de la incompetencia de nuestro torpe protagonista, la historia se estanca un poco en su tercio central en el centro comercial (otro clásico), pero cuando va a encarar la recta final es impresionante el espectáculo de sangre, visceras, risas y diversión que nos ofrece, la película acaba muy muy arriba, lo que ha hecho que el público no parara de aplaudir los últimos minutos y saliera entusiasmado de la sala, lo que se ha transformado en muchos cincos en la votación del premio del público que la convierten en la gran candidata hasta el momento al galardón junto a The Invitation.


Mañana día de grandes expectativas con Green Room, la nueva película del director de la muy apreciable Blue Ruin que promete hiperviolencia de un grupo de skins, la esperadísima Macbeth de Fassbender, February, terror de la mano del hijo de Anthony Perkins, Slow West, un western que a priori tampoco parece muy del estilo Sitges y Cop Car, el film que le ha valido a su director la oportunidad de filmar el próximo Spiderman.

Como siempre las impresiones al momento las podéis seguir en @tododesdemisofa

Otras entradas del festival:

- Día 1
- Día 2
- Día 3
- Día 4

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