Director: Cary Joji Fukunaga
Actores: Idris Elba, Abraham Attah, Emmanuel Nii Adom Quaye, Opeyemi Fagbohungbe.
Guión: Cary Joji Fukunaga (Basado en la novela de Uzodinma Iweala).
Productores: Riva Marker, Daniela Taplin Lundberg, Amy Kaufman, Cary Joji Fukunaga.
Montaje: Pete Beaudreau y Mikel E.G. Nielsen
Fotografía: Cary Joji Fukunaga
Música: Dan Romer
Producción: New Balloon, Red Crown Productions, Participant Media, Mammoth Entertainment.
Con la llegada de Netflix a España, además de su catálogo de series, vamos a poder disfrutar de las películas que cada vez en mayor medida se van a ir produciendo directamente para el servicio de streaming norteamericano, y es que tras el éxito que supuso "Behind the Candelabra" para HBO parece que éstas plataformas se van a orientar cada vez más a la producción de sus propias películas.
Netflix ha decidido comenzar a lo grande, ya que en su primera película original "Beasts of No Nation" ha decidido contar con Cary Joji Fukunaga, recién salido de la exitosa primera temporada de "True Detective" y al cada vez más reconocido y reclamado Idris Elba, para contar una historia tan potente cinematograficamente hablando como la de los niños soldados en África.
El joven Agu pese a estar en medio de una guerra en un lugar sin identificar de África Oriental, vive plácidamente en una franja de seguridad donde a base de ingenio consigue seguir haciendo las cosas típicas de un niño pequeño, jugar, divertirse, tener amigos y hacer travesuras, pero la guerra pronto llega también a su hogar arrebatándole a su familia.
"Soy un buen chico en una buena familia"
Beasts of No Nation desde el principio se esfuerza en mostrar la universalidad de su historia, sin un espacio geográfico identificado especificamente, con un protagonista que no tiene nada especial y diferente a los demás, la historia de Agu, no es distinta de la que pueden vivir a día de hoy cientos si no miles de niños en África, donde la guerra obliga a los niños a hacerse hombres y las vidas de los combatientes no valen nada y solo dependen de la suerte que tengan en esquivar una bala.
Así Agu tras perder a sus padres y hermanos debe aprender a sobrevivir por sí mismo en la barbarie de la guerra y para ello encuentra en el grupo de rebeldes que le captura a una nueva familia, la inocencia de Agu pasa a hacerse añicos y le obliga a cambiar poco a poco hasta convertirse en una bestia para poder sobrevivir, su mirada aún de niño es consciente de las atrocidades que suceden a su alrededor, pero su cuerpo debe actuar como un rebelde más para poder sobrevivir.
Es en ésta dicotomía donde Abraham Attah, se muestra como verdadero triunfador de "Beasts of No Nation", mucho se ha hablado de la actuación de Idris Elba como el comandante, manipulador, implacable y porque no decirlo, un verdadero cabronazo, pero en el fondo es un personaje con poca progresión, que se muestra desde un principio como es, sin embargo es Agu el que mejor muestra la conversión de niño a bestia, con esa bellísima voz en off donde da rienda a sus verdaderos sentimientos, ya que en el fondo no ha perdido la inocencia en su mirada pese a todo lo que ocurre a su alrededor. Especialmente brillante es la escena en que asiste al primer combate de los rebeldes y como reacciona ante lo que le obliga a hacer el comandante, la mirada de Attah, su gestualidad, sus titubeos, todo te llega a convencer de que lo que estás viendo es real.
El niño se acaba convirtiendo en monstruo, es solo cuestión de tiempo, si no lo hace la sangre y la muerte que camina junto a él lo hacen las drogas que le permiten salir de su infierno por leves instantes pero que le impiden distinguir el bien del mal una vez que la guerra ya es su vida y no existen los límites morales.
"Vi cosas terribles e hice cosas terribles. Si te cuento lo que hice pensarías que soy una bestia o un diablo. Soy todas esas cosas. Pero también tengo a mi madre, mi padre, mi hermano y mi hermana. Ellos me querían"
Con un mínimo presupuesto que apenas roza los seis millones pero lucen como muchísimos más "Beast of No Nation" destaca por su prodigiosa fotografía y la firmeza de Fukunaga a la hora de rodar sin censurarse en ningún momento ante la dureza de las imágenes de una guerra, pero si por algo brilla éste film es por la interpretación de sus actores, la mayoría de ellos desconocidos, muchos antiguos combatientes de la guerra y otros como el pequeño Attah encontrado por Fukunaga en medio de la calle mientras jugaba al fútbol.
"Beasts of No Nation" es un soplo de aire fresco para la industria, un nuevo modelo de hacer cine con otro tipo de producción y distribución que aún hay que ver como funciona entre el espectador, pero si es para ofrecernos películas de ésta calidad, esperemos que la apuesta de Netflix salga triunfadora.
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