Expediente Warren: El Caso Enfield

Expediente Warren: El Caso de Enfield. Título original: The Conjuring 2

Director: James Wan

Actores: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Madison Wolfe, Frances O'Connor, Lauren Esposito, Benjamin Haigh, Patrick McAuley, Simon McBurney, Maria Doyle Kennedy, Simon Delaney, Franka Potente

Guión: Carey Hayes, Chad Hayes, James Wan, David Leslie Johnson

Productores: Rob Cowan, Peter Safran, James Wan

Montaje: Kirk M Morri

Fotografía: Don Burgess

Música: Joseph Bishara

Producción: New Line Cinema, Atomic Monster, Evergreen Media Group, RatPac - Dune Entertainment, The Safran Company


James Wan comenzó su carrera revolucionando el thriller e incluso el terror con Saw, película que tendrá defensores y detractores pero a la que nadie podrá negar que se ha hecho un huequecito en la historia del cine gracias a su sorprendente y bien llevada propuesta que sorprendió a todos. Después de semejante carta de presentación se esperaba mucho del director malayo que sin embargo decepcionó con la mediocre Silencio desde el mal pero tras la no demasiado reconocida Sentencia de muerte, Wan volvía a levantar las expectativas con la muy apreciable Insidious, demostrando su pulso para el terror, sin embargo fue con Expediente Warren cuando Wan pegó el pelotazo, con un film que rápidamente se convirtió en sensación entre crítica y público, convirtiéndose para algunos entre los que me incluyo en la probablemente mejor película de terror de éste siglo. Sin embargo y ya con las majors llamando a su puerta para ocuparse de grandes proyectos el director volvió a pinchar en hueso con la muy decepcionante Insidious: Capítulo 2.

Y es que con Wan siempre queda la duda de si depende de inspiraciones ocasionales o su carrera es un puro oxímoron ya que parece difícil pensar que de las mismas manos ha salido una obra maestra del terror como The Conjuring y un bodrio con aspecto de serie B ochentero (en el sentido más peyorativo que se pueda encontrar a ésta definición) como Dead Silence, es innegable su gusto por el terror más clásico y su pulso en la dirección pero tampoco es menos cierto que si alguno de los ingredientes como el guión o las interpretaciones le fallan un poco tiene ciertas dificultades para salir del paso. Lamentablemente con The Conjuring 2 no vamos a salir de dudas y es que parece un resumen en poco más de dos horas del devenir de su carrera como director. 

Tras el éxito de la entrega anterior existía una gran expectación ante el nuevo caso de los Warren, algo que se vió incrementado más aún entre los amantes de lo extraño y paranormal cuando se anunció que en ésta ocasión se abordaría el conocido Caso de Enfield que ya había sido llevado antes a la pantalla en la miniserie británica The Enfield Haunting. Basado de nuevo en un caso real, el film recrea lo sucedido en el barrio londinense de Enfield donde a finales de los años 70 una familia vivió uno de los casos de poltergeist más famosos de la historia.

Conocido ya nuestro matrimonio protagonista el film se centra en su primera parte en presentarnos a la familia Hodgson y es aquí donde la película alcanza sus mejores momentos, tanto por su capacidad para definir y dar entidad a cada uno de los miembros de ésta familia desestructurada como para mostrarnos los primeros instantes de los sucesos paranormales. 

Es aquí cuando vuelve el mejor Wan, elegante en el uso de la cámara, siguiendo a la familia por toda la casa como si de un espíritu se tratara flotando tras ellos, clásico en la manera de aterrorizar al espectador, sin necesidad de recurrir a trucos baratos, consiguiendo crear una atmósfera inquietante y opresiva. Gran parte de ésto se debe también al acertado casting infantil, algo recurrente ya en James Wan que encuentra una solución donde la mayoría de los directores ve un problema.

Sin embargo cuando el matrimonio Warren entra en acción la película comienza a venirse un poco abajo, convirtiéndose en una montaña rusa que une setpieces de enorme calidad e intensidad con otros momentos que tan pronto caen en el recurso fácil de subidón de volumen y primer plano de la criatura para lograr el grito del espectador como producen cierta vergüenza ajena en los momentos más "familiares" que comparten los Warren y los Hodgson, llegando todo ésto a su cumbre con la lastimosa escena en que una criatura Burtoniana con unos CGI dignos de los años ochenta provoca más risa que terror. 

Lamentablemente éste es el tono que adopta el último tercio del film, donde si bien pudiéramos pensar que es la perfecta representación de la carrera del director que anteriormente hemos detallado, hay un cambio de estilo tan marcado y distinto de lo que ya hemos visto de Wan para bien o para mal que me lleva a pensar que ha habido mucha segunda unidad en éste film. Y es que da la impresión que con la promoción de A todo Gas 7, la producción de Lights Out o los cantos de sirena desde DC para dirigir Aquaman el director se ha olvidado un poco del film que le convirtió realmente en lo que es hoy, dejándose llevar y entregando un producto final con grandes momentos muy puntuales pero que deja un sabor de boca final bastante amargo por lo tremendamente flojo que es su último tercio.