domingo, 19 de junio de 2016

Dos buenos tipos

Dos buenos tipos. Título original: The nice guys

Director: Shane Black

Actores: Russell Crowe, Ryan Gosling, Angourie Rice, Matt Bomer, Margaret Qualley, Kim Basinger

Guión: Shane Black y Anthony Bagarozzi

Productores: Joel Silver, Anthony Bagarozzi, Aaron Auch, Ethan Erwin

Montaje: Joel Negron

Fotografía: Philippe Rousselot

Música: David Buckley, John Ottman

Producción: Silver Pictures, Misty Mountains, Nice Guys, Waypoint Entertainment


El cine cada vez está más lleno de datos estadísticos, previsiones que incluso permiten adivinar el éxito o fracaso (siempre a nivel económico claro) de un film, y aunque queramos seguir considerándolo como un arte, el séptimo que se suele decir, cada vez es más difícil explicarse ciertas cosas.

Como por ejemplo, las dificultades de un tipo como Shane Black para sacar sus proyectos adelante cuando vemos auténticos mediocres firmando guiones sin parar y directores de dudoso talento encadenando una película tras otra.
Podríamos pensar que alguien que debutó firmando el guión de Arma Letal, película que siguiendo el camino abierto por 48 horas redefinió las buddy movies de acción de los 80 o que ha escrito guiones como El último Boy Scout o El último gran héroe debería tener el trabajo garantizado y sin embargo tras ese divertidísimo placer culpable que es Memoria Letal tiene que esperar nueve años para poder volver a trabajar, colocándose tras la cámara él mismo con Kiss Kiss Bang Bang, una pequeña película que encandiló a la crítica y parecía que suponía el regreso de algunos grandes olvidados como Robert Downey Jr o el mismo Black.

Sin embargo hay que esperar otros ocho años más para encontrar su siguiente trabajo, conseguido por la amistad y el agradecimiento de Downey Jr hacia Black por haber revitalizado su carrera, ese Iron Man 3 que rompe moldes (para bien y sobre todo para mal) entre los amantes del cómic pero sin embargo arrasa en taquilla tampoco supone el reconocimiento por fin del director de Pittsburgh. Y uno ya no sabe si pensar en meigas, gafes, mala fama en la industria o vaya usted a saber qué para explicar la mala suerte de un hombre con tantísimo talento.

Y pese a que es evidente mi admiración hacia un guionista y director al que considero brillantísimo eso no impide el ejercer una mirada crítica hacia sus trabajos, es más, probablemente las expectativas (o el temido hype) puedan jugar una mala pasada en más de una ocasión.

Sin embargo desde el primer minuto esa estética setentera en los créditos iniciales de luces de neón con The Temptations de fondo me mete de lleno en un film del que no voy a volver a salir en sus casi dos horas de duración. Y por si tenía alguna duda la voz en off de presentación de ambos protagonistas que cuasi parodia el cine negro (cuasi porque al film se le nota un respeto reverencial hacia el género) me termina ya de conquistar.


Y tras el comienzo de la crítica es inevitable hablar de Shane Black que en su doble labor de director y guionista -junto a Anthony Bagarozzi- es capaz de disparar cual ametralladora un gag tras otro con increíble acierto, ya sea de modo visual u oral Dos buenos tipos está lleno de secuencias para recordar, la rotura del cristal para abrir una puerta, la escena del baño, el diálogo con el niño de la bicicleta, podría seguir y seguir citando grandes momentos que deja un film que pese a cierto bajón en su segundo tercio tiene un ritmo endiablado en la mayor parte de su metraje gracias sobre todo a los brillantes diálogos de sus protagonistas.

Jackson Healy y Holland March son esos nice guys del título, duro pero de enorme corazón uno, inteligente a la vez que desastroso el otro, forman una de esas parejas imposibles que tanto le gustan a Black. 
Russell Crowe demuestra que ha llegado a un punto de su carrera en el que es capaz de bordar un papel sin apenas realizar esfuerzo, contenido pero lleno de bondad su personaje es el perfecto contrapunto al verdadero torbellino de la película, un Ryan Gosling que se ríe de sí mismo y se atreve con todo en pantalla, desde el más puro slapstick hasta una incontinencia verbal digna de Tarantino, Gosling se luce de tal manera que llega un momento en el que con solo verle aparecer en pantalla comienzas a reirte pensando en cómo la va a liar en ese momento.
Junto a ellos un elemento recurrente en el cine de Black, el niño que sirve de contrapunto y tal vez cordura a la insensatez de los adultos, Angourie Rice sabe equilibrar perfectamente la balanza entre el encanto sin ser empalagosa y la inteligencia sin llegar a ser demasiado sabionda para resultar cargante, es indudable el talento y el futuro de ésta jóven, pero viendo los antecedentes cabe preguntarse si Shane Black no será el director que mejor dirija a los niños del panorama actual.


Y es que por si aún no te has dado cuenta - aunque seguro que si - Dos buenos tipos no se sale del típico esquema Black: Buddy movie con protagonistas inicialmente incompatibles que se ven obligados a colaborar, con la inclusión del elemento del niño/a y la investigación dentro de una industria, ya sea la del cine, del porno o del automóvil. 
Evidentemente es algo que ya hemos visto y aún así y por increíble que parezca todo es fresco y nuevo. A lo mejor alguien considera ésto repetirse, pero por favor a mi que me estrenen una película de éstas cada año si puede ser.

Paul Thomas Anderson decía en alguna ocasión tras presentar Magnolia que mientras la rodaba no paraban de recordarle lo buena que era Boogie Nights y él tan solo quería centrarse en su película, algo que a la vista del resultado final no parece que le fuera mal. Pues bien, algo parecido sucede en éste caso, mucha gente no para de decir, que no es tan fresca y sorprendente como Kiss Kiss Bang Bang, que no es tan graciosa ni posee one-liners como El último Boy Scout, que nunca será tan mítica como Arma Letal, puedes tomar ese camino y no dejarás de tener razón, o puedes limitarte a disfrutar de una película que en un mundo ideal tendría tal éxito que nos permitiría ver ya no digo una secuela si no las aventuras de éste dúo en una serie de televisión, formato inicial que se pensó para The Nice Guys. Sin embargo no sólo ese proyecto no salió adelante y se tuvo que transformar en película, si no que el escaso éxito comercial del film probablemente nos impida seguir viendo a Healy y March en acción. 
Definitivamente hay algo que no entiendo en el mundo del cine.

2 comentarios:

  1. ¡Genial crítica! Me apunto la película para verla :)

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    1. Creo que merece mucho la pena y está pasando injustamente desapercibida. A ver si te gusta
      www.tododesdemisofa.es
      @tododesdemisofa

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