miércoles, 10 de junio de 2015

Atlántida Film Fest 2015: Stand By for Tape Back-Up

Stand By for Tape Back-Up

Director: Ross Sutherland

Guionista: Ross Sutherland

Distribuidora: Charlie Lyne












Comienza el Atlántida Film Fest y decido hacerlo a lo grande, tomando riesgos y es que cuando uno se adentra en el cine experimental no sabe muy bien lo que puede encontrarse, desde auténticas joyas que pueden hacer que cambie tu concepción sobre el cine hasta lo que se podrían llamar auténticas tomaduras de pelo, Stand By for Tape Back - Up no pertenece a ninguno de los dos extremos porque sin llegar a conectar en ningún momento con ella puedo ver cierta intencionalidad en ella, otra cosa es que esté bien resuelta luego en la pantalla.

En éste film tan personal el director y poeta Ross Sutherland se desnuda emocionalmente ante los espectadores para comenzar hablando sobre su relación con su abuelo fallecido y acabar en una diatriba en la que la muerte, la soledad, la depresión o la explotación laboral se mezclan entre poesía y hip hop del autor todo a ello ilustrado con imágenes de películas como El Mago de Oz, Tiburón, series como El Príncipe de Bel Air, concursos de televisión o videoclips. Y pese a que en un principio el juego que Ross me plantea de asociar distintos momentos de tu propia vida con instantes de la memoria colectiva audiovisual me llega a provocar curiosidad e incluso me hace reflexionar sobre si algo así me ha ocurrido en alguna ocasión, rápidamente el tono monocorde de la voz en off y las imágenes en bucle de Cazafantasmas empiezan a provocarme cierto hastío, la introducción comienza a hacerse demasiado larga y eso para una película de 60 minutos es una muy mala señal.



Cuando el Príncipe de Bel Air aparece en pantalla y nuestro narrador comienza a reflexionar sobre el modo en que una generación vive su vida conforme a las actitudes y maneras de reaccionar que ha visto en televisión vuelvo a engancharme en la película pero lamentablemente es solo un espejismo, la vuelta hacia la historia de su relación con su abuelo mezclado de anécdotas personales me vuelven a sacar de la historia y consiguen que desconecte definitivamente, a partir de ahí la poesía que se acaba convirtiendo en un intento bastante lamentable de hip hop, las revelaciones (sean ciertas o ficción) sobre sus depresiones y los ataques contra la situación laboral de la juventud no consiguen que mi atención vuelva de nuevo a lo que el narrador trata de transmitirme.

Reconozco que Ross Sutherland arriesga enormemente en su apuesta y la premisa argumental puede resultar atractiva en un principio pero lamentablemente el resultado final es que ni el continente ni el contenido de la obra me interesan y pese a resultarme enternecedor ese homenaje a su abuelo y admirar la valentía con que el poeta irlandés desnuda sus sentimientos ante el espectador creo que los defectos son mucho mayores a las virtudes, desde la falta de ritmo a la inconsistencia en el interés de la historia que da lugar a un proyecto interesante en su idea primigenia pero fallido e incluso algo irritante por su pretenciosidad cuando lo observamos en su totalidad.

Críticas de blogs amigos:

- Los Guiltys de Pinguirina
- Aleucine 
- Cine de Patio

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