sábado, 14 de octubre de 2023

Sitges 2023 Vol 5

 Sitges 2023 ya comienza a oler a cierre pero aún queda todo el fin de semana por delante y sobre todo alguna de las películas más esperadas de éste festival, entre otras la probablemente más comercial, el remake de la ya mitiquísima El vengador tóxico con Peter Dinklage a la cabeza, aunque antes tocaba una ración, mínima por que el cansancio ya no deja opción a más, de películas en esta recta final de festival.

Humanist Vampire Seeks Consenting Suicidal Person además de uno de los títulos más largos del festival es un coming of age modélico en el que una joven vampira con demasiada compasión por la vida se ve incapaz de matar a sus víctimas para poder alimentarse así que entabla amistad con un joven suicida al que propone ayudarle a cumplir sus últimos deseos antes de beber su sangre. La comedia emo vampírica es blanca y tontorrona pero a la vez está llena de encanto y grandes momentos gracias a una pareja protagonista llena de carisma y buen rollo y una ligereza que le sienta de maravilla al film. Película no apta para cínicos irredentos y perfecta para visionar con espíritu teen y una sonrisa durante toda su metraje para acabar aplaudiendo su glorioso final al ritmo de Soy un drácula ye ye.


Tela de araña (Cobweb) del coreano Jee woon Kim era la encargada de clausurar la sección Noves Visions. El director de I saw the devil o El bueno, el malo y el raro vuelve a demostrar su versatilidad con una comedia alocada situada en los años 70 donde un director se obsesiona con rodar un nuevo final para su película y comienza una misión que parece imposible para conseguirlo. Caos, diversión y mucho metacine en una comedia coral con un ritmo trepidante en el que el rodaje se mezcla con la propia película, los personajes y situaciones se suceden e incluso surge un pequeño misterio en el pasado de los protagonistas, para complicar aún más la cosa. Pese al buen ritmo y lo acertado de sus gags su abultado metraje acaba pesando pero a pesar de eso Cobweb probablemente sea una de las películas más divertidas que hayamos podido ver este año en Sitges.


Y turno para la que probablemente era la película más esperada de este festival de Sitges, el remake de El Vengador Tóxico, el título estrella de la ya mítica Troma, protagonizado por el mismísimo Peter Dinklage y con Macon Blair tras las cámaras. La expectación era total, con un solo pase para el que volaron las pantallas y multitud de vigilancia para que no se filtre ninguna foto del nuevo aspecto de Toxie.

Pero antes tocaba premiar a un genio como Phil Tipett que ha agradecido el premio a regañadientes primero al no tener nada preparado para después extenderse en un discurso que ha provocado las risas entre el público por su larga duración. Especial y sentido ha sido también el homenaje que en nombre del festival le ha rendido Ángel Sala al gran Carlos Pumares tras su fallecimiento. 

The Toxic Avenger es una reinvención del clásico ochentero, con una trama absolutamente novedosa para dar un nuevo aire al personaje, que tiene un aspecto más cercano a la serie animada que a la cuatrilogía original. Pese a estar plagada de pequeños momentos que funcionan, especialmente algunos gags especialmente brillantes, el problema principal es el tono del film, carente del gamberrismo y la mala leche de los originales y sobre todo la ausencia de carisma de su protagonista, algo que probablemente era irrepetible pero que tampoco ha sabido sustituirse con solvencia. Si le sumamos unas efectos CGI bastante cutres que nos hacen añorar los prostáticos y los maquillajes chungos tan característicos de la Troma el resultado es un film absolutamente descafeinado y mucho más para todos los públicos de lo que un personaje como este requiere. Una de las grandes decepciones del festival.



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