Los asesinos de la luna. Título original: Killers of the flower moon
Director: Martin Scorsese
Reparto: Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Lily Gladstone, Jessie Plemmons, Louis Cancelmi, Brendan Fraser, Johan Lithgow
Guion: Eric Roth, Martin Scorsese, (Basado en el libro de) David Grann
Productores: Dan Friedkin, Martin Scorsese, Daniel Lupi, Bradley Thomas
Montaje: Thelma Schoonmaker
Fotografía: Rodrigo Priego
Música: Robbie Robertson
Producción: Appian Way, Apple Studios, Apple TV+, Imperative Entertaniment, Sikelia Productions
Cada nueva película de Martin Scorsese es un verdadero acontecimiento, no solo por la evidente grandeza del director neoyorquino, si no por que además parece empeñado en sacar adelante proyectos cada vez más ambiciosos con la ayuda de las plataformas televisivas, ansiosas de contar entre sus filas con grandes nombres y hacerse sitio entre los grandes estudios cinematográficos, algo que ha permitido que grandes obras como la misma El Irlandés del propio Scorsese viera la luz gracias a Netflix, pero también ha dejado en ciertas ocasiones la impresión de que ese afán por contentar a los grandes genios hacen que haya ningún tipo de control sobre su trabajo con tal de tenerlos bajo su sello.
La adaptación del libro de David Grann narra los asesinatos a miembros de la nación Osage en la década de los años 20, cuando este pueblo de indios nativos americanos descubrieron que el lugar al que habían sido desterrado era una tierra rica en petróleo lo que llevo al FBI a investigar el caso. Sin embargo antes del comienzo del rodaje Martin Scorsese decidió cambiar el enfoque de la película, dejando la investigación policial a un segundo plano dando mayor importancia al romance entre sus dos protagonistas. Esta decisión, respetable por supuesto, de su autor es la que marca la deriva del film en sus extensos 206 minutos y es que al ver Los asesinos de la luna continuamente me asaltaba la sensación de que allí se encontraban varias películas que individualmente eran muy interesantes pero que mezclan extrañamente mal entre si.
En Killers of the flower moon se reúne el retrato de una época, el romance de la pareja protagonista y por supuesto el caso criminal que protagoniza el libro que se adapta y nunca hay una impresión clara de cuál es la trama principal y cuales son las secundarias. El film comienza con brío en la representación del pueblo osage como nuevos ricos gracias al petróleo y las tretas del hombre blanco para tratar de aprovecharse de ellos, todo visto a través de los ojos de Ernest Burkhart que tras volver de la guerra se traslada con su tío un terrateniente que guarda una estrecha relación con los nativos. Sin embargo poco a poco el tono va cambiando para dotar de mayor importancia a la historia de amor donde sobresale Lily Gladstone, siempre poderosa en pantalla, a la que sin embargo no acompaña en esta ocasión un Leonardo DiCaprio absolutamente sobreactuado y cargado de tics mas caricaturescos que dramáticos (esa mandíbula por favor), sin embargo este romance nunca deja de dar la impresión de ser un pegote que opaca una historia mucho más grande que se está dejando de lado por momentos, tampoco ayuda la confusión en el tono del film que viaja desde el western más clásico hacia un extraño humor negro que nunca acaba de funcionar del todo.
La fotografía de Rodrigo Prieto es excelente por supuesto y la dirección de Martin Scorsese magistral una vez más pero el film nunca termina de arrancar y navega entre dudas, las apariciones de Robert De Niro son sobresalientes, pero la película por momentos se olvida de su personaje para volver a él luego como arista principal sin previo aviso. La investigación criminal aparece de repente en la trama de forma un tanto artificial e impostada, como surgida de otra película completamente diferente, con un Jessie Plemmons sin tiempo en pantalla para desarrollar su personaje y el drama judicial casi es lanzado a la cara del espectador, con Brendan Fraser que parece que sale de la última toma de The Whale y se mete en el estudio de al lado para rodar esta mientras John Lithgow pasa por allí para cobrar el talón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario