Pasado el primer fin de semana de locura festiva y festivalera, comienza el grueso del Sitges más contundente y es que aunque tras las tormentas de los primeros días el tiempo nos sigue acompañando y el sol dan ganas de quedarse más en una terraza, paseando el pueblo, dejándonos el dinero que no tenemos en los puestecitos o probando todas y cada una de las food trucks ya empiezan días con más cargas de películas y propuestas más arriesgadas.
Una de ellas era la película danesa Speak no Evil cuyos directores se han atrevido a presentar como la película más perturbadora de la historia del cine danés o que al menos esa era su intención al realizarla. La película muestra la vida acomodada y algo vacía de una pareja danesa de clase media alta que en unas vacaciones por la Toscana italiana conoce a otra pareja holandesa y deciden ir a pasar una semana junto a sus hijos respectivos a su casa en la montaña. La película apuesta continuamente a intentar crear un ambiente opresivo y enrarecido para provocar la incomodidad en el espectador pero resulta un tanto difícil empatizar con las decisiones de los protagonistas por mucho que se quiera incidir en su carácter frío y pusilánime. El giro que se imagina a los dos minutos de película efectivamente acaba sucediendo para sorpresa de nadie y ni siquiera su intento final de incluir imágenes algo más explícitas y desagradables consiguen impactar porque sinceramente una pareja quejándose sobre una cama demasiado estrecha como si estuviera escribiendo una mala review de AirBNB cuando claramente algo más turbio está sucediendo a su alrededor no ofrece demasiado asidero emocional. Algunos ya se han atrevido a compararla con Funny Games aunque la mayoría hemos salido con cara de pues muy bien, me voy a por un café y a la siguiente.
Momento para volver a ver a nuestro principal motivo de alegría y el auténtico Rey de Sitges y es que si hace años lo más esperado era ver lo nuevo de Sion Sono o de Miike o Kitano hace tiempo que Quentin Dupiex les ha arrebatado el trono y tras el éxito de Increíble pero cierto tocaba ver su otra película en ésta edición Fumer Fait Tousser (Fumar produce tos). En otro argumento digno de la loca mente del director francés, en este caso la película sigue a un equipo de superhéroes power rangers style que se van a un retiro o team building de empresa y acaban contando historias de terror frente a una hoguera. ¿Parece loco o absurdo? pues eso solo es el comienzo, Dupiex se marca una de sus películas habituales en la que su público más fiel disfrutará hasta el infinito con su humor completamente bizarro y surrealista y el espectador más casual puede que se eche las manos a la cabeza sin entender nada. Particularmente se en qué lado de la balanza, larga vida al Rey Quentin, ojalá una nueva sección en el festival de Noves Dupiex todos los años.
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