Black Adam
Director: Jaume Collet Serra
Actores: Dwayne Johnson, Sharah Shahi, Bodhi Sabongui, Pierce Brosnan, Aldis Hodge, Marwan Kenzari, Noah Centineo, Quintessa Swindell
Guion: Adam Sztykiel, Rory Haines, Sohrab Noshirvani
Productores: Beau Flynn, Dany Garcia, Hiram Garcia, Dwayne Johnson
Montaje: John Lee, Michael L Sale
Fotografía: Lawrence Sher
Música: Lorne Balfe
Producción: DC Entertainment, Warner Bros, New Line Cinema
Black Adam es el enésimo intento de DC de reinventar su universo antes de que hace pocas fechas conociéramos el fichaje de James Gunn (y Peter Safran) para dirigir la recién creada DC Studios, probablemente por las buenas críticas (que no taquilla) de Suicide Squad y el éxito de Peacemaker en televisión de la que ya se espera segunda temporada. Pero antes de todo esto la gran esperanza era la nueva película de Dwayne Johnson, una super estrella empeñada desde hace años en sacar este proyecto adelante, que además enlazaba con otra de las grandes apuestas del estudio y es que el personaje es el super enemigo de Shazam, otra a la que fue mejor en Film Twitter y Letterbox que en taquilla.
Y si algo hay que agradecerle a Black Adam es que deje sus intenciones claras desde el primer momento y es que ya con ese epílogo con voz en off, aburrido, impostado y enormemente alargado tenemos claro el tono de lo que nos viene por delante.
En Black Adam se mezclan varias historias, por una parte la ya comentada de orígenes de nuestro protagonista, un Dwayne Johnson que probablemente deseaba este proyecto con mucha más fuerza que efectividad para llevarlo adelante ya que a su Teth Adam le falta todo el carisma habitual de la ex estrella del wrestling que brillaba más en una película con un palo como compañero que aquí. A esta trama se le une la inevitable historia de "civiles" a los que salvar, en esta ocasión los miembros de una familia que reviven al superheroe antiheroe en su intento de salvar a Kahndaq de una organización criminal al igual que hizo este en el pasado al liberarlos de la esclavitud. Esta subtrama apenas sirve para intentar crear algún lazo entre Adam y el pequeño de la familia y sobre todo ponerle en problemas para que este los resuelva a base de guantazos. En la otra parte de la balanza, la superheroíca, está la presentación (por decir algo) de la Sociedad de la Justicia en la que Hawkman ejerce, o lo intenta con escaso éxito y bastante antipatía, como la otra cara del superhéroe frente a Adam y Pierce Brosnan es el único que tiene un arco mínimamente digno con su Dr. Fate. Atom y Cyclone también están por ahí pero a la película le importan tanto como al espectador, es decir, nada. También hay un villano en algún sitio que aparece casi en el último tercio y que apenas sirve para poco más que ser un final boss con algo más de dificultad para acabar el juego pero cuya historia y motivaciones ni interesan ni se fuerzan demasiado en explicar.
Y no nos engañemos, el batiburrillo argumental no es el mayor problema, hemos visto películas similares que han acabado triunfando gracias al carisma de sus protagonistas y setpieces de acción espectaculares (hola Aquaman) pero es que en Black Adam nada funciona, ni sus personajes, ni sobre todo su inexistente espectacularidad, no hay una sola batalla que quedará en el recuerdo y no será por falta de ellas, la película es generosa, pero van desde el ya cansino slow motion del protagonista a alta velocidad, a las coreografías de puñetazos desganados pasando por cinemáticas de videoconsolas.
A todos nos ha cansado el chiste del desastre que tiene montado DC con su división cinematográfica pero no por ello hay que negar la realidad y es que Black Adam es probablemente uno de los momentos más bajos de todo el DCEU en los últimos años y eso ya es mucho decir.
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