Pasado el primer fin de semana de locura festiva y festivalera, comienza el grueso del Sitges más contundente y es que aunque tras las tormentas de los primeros días el tiempo nos sigue acompañando y el sol dan ganas de quedarse más en una terraza, paseando el pueblo, dejándonos el dinero que no tenemos en los puestecitos o probando todas y cada una de las food trucks ya empiezan días con más cargas de películas y propuestas más arriesgadas.