Todo desde mi sofá: San Sebastián Film Festival 2022: Fin de fiesta

La 70 edición del Zinemaldi ha terminado y ya desde casa y tras dormir una cantidad de horas decente sin haber pasado por la fiesta de la noche anterior o las prisas de ir al primer pase de la mañana se puede hacer un resumen general del festival. Como ya se ha dicho en otras ocasiones, no hay festival en el que no se diga que es la sección oficial más floja de los últimos años y esta edición no podía ser menos, particularmente creo que el nivel medio ha sido más que digno, con varias películas notables pero es cierto que no hay ninguna que haya deslumbrado. En Perlas ha habido buenas películas aunque no grandes nombres y se ha apostado por valores seguros del festival como Koreeda u Ozon con lo que ha dado la impresión de ser una sección menos "estelar" que otros años donde se veía la que iba a ser una de las películas del año o pasaban los grandes nombres del momento, algo que más allá de Ana de Armas no ha ocurrido. Si por algo ha destacado esta edición ha sido por las ganas de todos de divertirnos, el primer año sin mascarillas ni restricciones de aforo se ha notado y había ganas de compartir, de pasar tiempo juntos, de ir de fiesta, ha habido más ambiente por las calles que nunca y los eventos nocturnos han estado a reventar, lo cual ha hecho que este año haya vuelto a ser especial, aunque haya sido de otro modo, Donosti siempre lo consigue.

Pero más allá de esto y antes del siempre discutido palmarés y el tradicional ranking personal quedaba un último día (con epílogo) y algunas películas por ver.

Comenzando con la última película a competición, la china A woman de Wang Chao, que consiguió entrar a ultimísima hora en sección oficial por los tradicionales problemas con el gobierno chino, el propio José Luis Rebordinos había destacado en varias ocasiones lo que habían luchado por conseguir esta película así que había curiosidad pese a las malas críticas en su primer pase el día anterior. La película sigue la historia de una joven mujer mientras a su alrededor se desarrolla la revolución cultural china, durante dos décadas, la protagonista lucha contra las convenciones y matrimonios desgraciados para tratar de buscar su felicidad rompiendo con tradiciones e imposiciones. El film es enormemente interesante por todo lo que cuenta, desde la historia de su protagonista hasta su ambientación en uno de los momentos más importantes de la historia moderna china pero se resiente por un ritmo excesivamente lento y contemplativo y la frialdad con la que aborda unos hechos que deberían remover interiormente y se observan, no solo por el espectador, si no por la propia película, con algo de indiferencia.

La encargada de clausurar la sección oficial, fuera de concurso, era Marlowe de Neil Jordan, con Liam Neeson interpretando una nueva versión del detective creado por Raymond Chandler pero adaptando una de las obras escritas tras la muerte de su creador. El famoso detective privado tiene algunas diferencias en esta ocasión, es algo más violento y contundente que de costumbre y menos filosófico aunque conserva su cinismo habitual pero a pesar de los cambios Neeson cumple en su función. La película sigue los cánones habituales de éste tipo de historias, con sus femme fatale, su caso principal que se acaba complicando y mezclando con multitud de misterios y corrupciones que le afectan, los engaños, las pistas falsas, en fin, un policiaco de toda la vida. Si bien no va a pasar a la historia, ni tampoco creo que lo pretenda, dentro del género, si que es un buen regreso al noir más tradicional tan olvidado en los últimos tiempos, se echa en falta que el caso principal sea algo más interesante y no apenas un mcguffin que se resuelve por sí solo para que podamos contemplar la ambientación y los tropos habituales del género, pero con todo y a pesar de que se olvidará rápido, entretiene y se disfruta.

Y mi festival "terminaba" con la habitual película sorpresa que éste año no sorprendió a nadie y es que desde principio de semana ya todos sabíamos que la elegida era Blonde y que Ana de Armas iba a aparecer antes o después por la Alfombra Roja del Kursaal para promocionarla. El film de Andrew Dominik adapta la novela de Joye Carol Oates que reimagina la figura de ese icono pop que es Marilyn Monroe, desde su dura infancia pasando por su ascenso al estrellato con sus complicadas relaciones amorosas siempre como telón de fondo y la inestabilidad mental de una joven manipulada y maltratada por casi todos hasta su triste final. Es curioso como una película absolutamente centrada en una estrella como Monroe y con una interpretación absolutamente excelsa de Ana de Armas (que apunta a llevarla a nominaciones importantes y quién sabe si algo más) se vea lastrada de un modo tan evidente para la voluntad de su creador de ponerse por encima de historia, actriz y personaje. Los pocos momentos en los que Andrew Dominik no quiere ser el absoluto protagonista lanzando a la pantalla cien cambios de formato y recursos estilísticos cinematográficos con los que casi continuamente se pasa de frenada son los que más se disfrutan, cuando su protagonista se apodera de la función por encima del impostadísimo tono onírico y turbio que quiere dar el director a la película. Se agradece que haya apuestas como esta que abandona la tradición de biopics edulcorados pero personalmente me parece que a Dominik se le va la mano y mucho en una apuesta demasiado kamikaze que acaba por agotar.

El pequeño postre que decidí auto concederme fue dejar para el último día el visionado de Cerdita la transformación a largometraje del aclamado corto de Carlota Pereda. La película deconstruye y reinventa el cortometraje original de modo absolutamente sorprendente e inesperada, apostando por un humor rural bastante cafre por momentos que le siente de maravilla al film con una Carmen Machi que se come la pantalla en cada aparición. Su clímax final si que cae en algunos convencionalismos y se echa en falta algo más de gore y suciedad una vez que se mete en materia. Con todo arrancó algunos aplausos de los espectadores y estoy convencido que en Sitges entusiasmará.

Como resumen final, toca el ya tradicional palmarés, acordaos de no enfadaros ya que no es más que la opinión de un jurado tan válida como la de cada uno y el ranking personal en el que se aplica la misma petición / recomendación.

Ha sido un festival muy, muy especial, muchas gracias a todxs, compañerxs, amigxs antiguxs y nuevxs, ojalá vernos muchos años más.

Agur.

PREMIOS OFICIALES - FIAPF

Concha de Oro a la mejor película