Ni un festival de Sitges sin su buena polémica y la de éste año ha venido porque un señoro comiendo Doritos en su sofá ha decidido que estáis haciendo el periodismo cultural mal y claro como nadie podía imaginar pues la gente se ha revuelto, porque si bien la ya famosa columna puede que toque algún tema interesante la brocha gorda ha salpicado mierda durante unas horas (tampoco demasiado, que en Twitter estas cosas duran poco). Pero como aquí hemos venido a hablar de películas, que no películitas, tocaba día de decepciones y alguna sorpresita agradable.
Había mucha expectación entre los fans del género por ver la película escrita por Nick Antosca y producida por Guillermo del Toro, y es que en de Antlers era lo que nos llamaba la atención a todos, no nos engañemos. Con una historia que suena a demasiado vista y un folk horror con su correspondiente espíritu ancestral (bien el bicho aunque demasiadas escasas sus apariciones), la mezcla entre Monster Movie y drama sobre abuso infantil ha resultado demasiado insulsa a la mayoría y ha dejado descontento al fan ilusionado con lo nuevo de Antosca. Un capítulo de Supernatural alargado pero sin la molonidad de los Winchester vamos.
La sorpresita del día llegaba con Hand Rolled Cigarette una de esas películas que coges simplemente porque te cuadra entre horarios y algo de su ficha técnica te ha llamado la atención (no nos engañemos, con un catálogo tan enorme como el de Sitges esto se hace mucho) y te acaba dejando una grata sensación.
Un thriller hongkonés de tintes tarantinianos sobre lealtades, destinos cruzados, narcotraficantes, tortugas, latas de sardina y amistad. Todo esto tiene una película que avanza por una trama por momentos algo confusa pero que acaba sabiendo entrelazarse dejando por el camino un par de protagonistas entrañables y la sensación de que sin ser una película que nunca olvidarás si que deja un sabor de boca final bastante por encima de la media de lo visto en el festival. Recomendada para los amantes de los thriller orientales menos convencionales.
Hoy era día de películas muy esperadas y tras el subidón generalizado con Mad God los amantes de la animación se reunían para ver Junk Head película de stop motion realizada en solitario por Takahide Hori durante años de trabajo que por fin veía la luz. El film digamos que es la otra cara de la moneda de la pesadilla de Tippett y es que si en esa toda era oscuridad aquí nos encontramos un inframundo plagado de gags cómicos y personajes tan estúpidos como risibles. La película es demasiado irregular, con grandes secuencias seguidas de otras que rozan el aburrimiento y por momentos se nota en exceso la falta de ayuda en su realización con unos escenarios pobres y algo sosos además de una acción repetitiva lo que hace que sus más de 100 minutos luzcan excesivamente alargados, especialmente para contarnos una historia inconclusa, sin embargo ante tan titánico esfuerzo no queda otra que aplaudir sus virtudes (que las tiene) y olvidar esos defectos con la esperanza de que semejante artista tenga la oportunidad de ofrecer su imaginativa visión con más medios.
Turno para el primer documental del festival con The Found Footage Phenomenon en el que Sarah Appleton y Phillip Escott entrevistan a directores que han utilizado el método de grabación e indagan en los primeros films del género. El documental no descubre demasiado y se muestra algo reiterativo además de ofrecer una lista de películas por todos conocidas que no van a descubrir ninguna joya oculta a ningún fan del género. Una pequeña decepción que podéis dejar pasar con toda la tranquilidad del mundo.
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