Infierno bajo el agua

Infierno bajo el agua. Título original: Crawl

Director: Alexandre Aja

Actores: Kaya Scodelario, Barry Pepper, Morfydd Clark, Ross Anderson

Guión: Michael Rasmussen, Shawn Rasmussen

Productores: Alexandre Aja, Sam Raim, Craig Flores

Montaje: Elliot Greenberg

Fotografía: Maxime Alexandre

Música: Max Aruj, Steffen Thum

Producción: Paramount Pictures, Raimi Productions


La lucha del hombre contra la naturaleza o si especificamos y vulgarizamos un poco más, el concepto "bicho se come a humano" es una de las bases fundacionales del género de terror, tal vez como respuesta a esa prepotencia del ser humano de sentirse especie dominante.

Dentro de ésta categoría siempre ha tenido un lugar especial los animales marinos, desde el mítico tiburón de Spielberg, pasando por las simpáticas pirañas de Dante y Cameron, cocodrilos o bhicos de difícil clasificación como los de la siempre reivindicable Deep Rising (muy recomendables por cierto los especiales sobre el tema de la siempre recomendable Bloody Princess, aquí, aquí, aquí y aquí) parece que todo lo que se encuentra bajo el agua, quizás por aquello de no ser nuestro medio natural, nos provoca más temor y sensación de indefensión.

El verano suele ser época propicia para este tipo de estrenos, y si en los últimos años los escualos, ya fuera en formato repleto de tensión (Infierno azul), casi independiente (A 47 metros) o megalómano y estúpidamente divertido (Megalodón) fueron los reyes del verano, este año le toca a los caimanes.

Alexandre Aja parece haberle cogido el gusto al subgénero y es que tras su divertidísima e injustamente defenestrada Piranha 3D vuelve bajo el agua cambiando pececitos hambrientos por caimanes despiadados en Infierno bajo el agua.

Pero pese a compartir subgénero el planteamiento es muy diferente y es que en esta ocasión Infierno bajo el agua apuesta por dar importancia a sus personajes y al drama familiar de un padre y una hija enfrentados teniéndose que unir para luchar por su supervivencia frente a caimanes, huracanes y lo que se les ponga por delante.
Esto que puede alejar a algunos y me consta que lo ha hecho, en mi opinión da un trasfondo nada molesto y necesario a los personajes que enseguida se lanzan a una acción que apuesta en la primera parte de su metraje por la tensión contenida para lanzarse después al puro divertimento, dándole también a los pobres caimanes la chicha que se merecen.

Aja consigue mezclar los momentos de tensión más puro que nos hace contener la respiración y mantener el sigilo de nuestros protagonistas para huir a escondidas de los reptiles junto al descerebrado divertimento de ver a Haley jugando al escondite en el baño con un caimán (yo quiero esas mamparas) o retándoles a carreras de 100 metros al grito de yo soy la depredadora.

Además del pulso de Aja el éxito de Infierno bajo el agua se debe a la imponente presencia de Kaya Scodelario, que sabe combinar el terror de la situación como una modélica Scream Queen, a la vez que muestra una fiereza y determinación absolutamente espectaculares y que la deberían catapultar a la lista de principales candidatas a cualquier papel de heroína badass que se escriba en los próximos años.

Infierno bajo el agua es en definitiva un divertimento veraniego absolutamente disfrutable que se molesta en dar cierto trasfondo a sus personajes pero que nunca olvida que su principal función es entretener al espectador inundando la pantalla de emoción y diversión.