Yucatán
Director: Daniel Monzón
Actores: Luis Tosar, Rodrigo de la Serna, Joan Pera, Stephanie Cayo, Adrián Núñez,
Guión: Jorge Guerricaechevarría, Daniel Monzón
Productores:
Montaje: Cristina Pastor
Fotografía:
Música: Roque Baños
Producción: Ikiru Films, Telecinco Cinema
Yucatán comienza con un personaje dirigiéndose a los espectadores pidiéndoles que se dejen llevar y disfruten y es que Daniel Monzón quiere dejar claro desde el principio su apuesta por el humor y el entretenimiento por encima de todo.
Si bien el barco de Monzón zarpa desde el homenaje a los grandes clásicos americanos con números musicales incluidos, pronto nos damos cuenta que Yucatán no teme navegar entre distintos tonos del humor para conseguir su objetivo y así los enredos, la comedia romántica, el humor más rancio y cuñadil o incluso el slapstick asoman por momentos en pantalla con mayor o menor acierto, pero con un objetivo común, lograr la risa y complicidad del espectador.
El mayor logro de Yucatán es conseguir que la gran mayoría de su reparto luzca y aporte al conjunto, desde el magnífico duelo entre Rodrigo de la Serna y Luis Tosar hasta la encantadora Stephanie Cayo, es inevitable destacar a un Joan Pera absolutamente maravilloso y entrañable, pero tampoco se puede olvidar el aporte cómico de secundarios como Adrián Núñez o Alicia Fernández.
El film funciona como comedia de enredo, utilizando la trama de estafadores más como un recursos para ir entrelazando gags que para intentar engañar al espectador, algo que nunca consigue pero tampoco creo que pretenda. Sin embargo sus más de dos horas de metraje acaban resultando algo alargadas, ya sea por esa subtrama de los cuñados absolutamente innecesaria y por momentos vergonzante o por su moralizante final que aunque simpático no deja de parecer fuera de tono comparado con el resto del film.
Guerricaecheverria compone un libreto que fluye con bastante precisión en su dos primeros tercios pero que da la sensación de perderse al querer rizar el rizo y abandonar la sencillez que tan bien funciona en la mayor parte de su metraje. De igual modo Monzón brilla en el espectáculo, los números musicales o los gags más físicos y gestuales, e incluso acierta con las nada fáciles de llevar historias de amor surgidas en el barco, pero sin embargo se embarra un poco con el exceso de moralina final y no sabe manejar del todo el trío amoroso de los protagonistas.
Yucatán destaca en sus gags más ligeros y su mundo de enredos y se atasca un poco cuando intenta profundizar en sus personajes y sus motivaciones, es difícil evitar la impresión de que eliminando metraje y reduciendo la presencia de ciertos personajes la película podría ser bastante más dinámica, pero en conjunto es una comedia que si bien no arranca carcajadas si te mantiene con una sonrisa casi permanente mientras la ves. Objetivo cumplido señor pianista.
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