Tercer año consecutivo en Donosti y esto ya empieza a parecer mi segunda casa, el camino de la estación de tren al albergue me lo sé de memoria, ni una sola duda para ir a los bares de referencia o conectar las sedes, vamos que creo que Rebordinos me debería hacer vitalicio.
El pequeño obstáculo a evitar este año es una programación demencial que junta pases de prensa de tres de las películas más esperadas un mismo día a la misma hora, o que enlaza otros pases con apenas tres minutos de separación entre ellos. Así ver como más de media sala se iba de una película cuando faltaban un par de minutos para acabar (molestando al resto de espectadores) y como después de pegarnos el carrerón y casi suplicar para que nos dejaran pasar entrabamos tarde (y de nuevo molestando) al pase siguiente ha sido algo que no esperaba ver en Donosti, festival que siempre se ha caracterizado por su buena organización. Será cuestión de acostumbrarse a los nuevos tiempos.
Más allá de viajes, maletas, bocatas de tortilla de bacalao, zuritos, etc ... y tras evitar la ya eterna maldición de la película inaugural (y parece que este año no ha cambiado demasiado) mi Zinemaldia comenzaba con la casi siempre segura sección Perlas y la japonesa Asako I & II. Asako es en realidad una comedia romántica clásica en su estructura, solamente que pasado por el filtro oriental, es decir, tempo lento, recreación en los detalles y gusto por los momentos más cotidianos, hasta aquí todo bien con esta historia de una chica que tras perder a su primer amor conoce a un chico que parece el doble exacto de éste y comienza a enamorarse de él. El problema llega cuando en su último cuarto el intenta marcarse un plot twist con un giro de lo más habitual en éste genero pero que en esta ocasión hace que el film derrape y se salga de vía por completo, el resto ya solo ha sido ver como se consolidaba ese desastre final que emborrona bastante una película que hasta el momento aprobaba de largo.
Siguiendo en los Cines Principe (que van a ser uno de los principales reductos de la prensa este año) y en Perlas, tocaba una de las premiadas en Cannes, Three Faces de Jafar Panahi, que oye decir que has visto una peli iraní siempre luce mucho. El director vuelve a jugar un poco a mezclar la realidad y la ficción, el rodaje de una película con la propia película en si, y la búsqueda de una niña que puede haberse suicidado es la excusa para realizar un retrato del Irán más rural y costumbrista en contrapunto con la pareja protagonista de una famosa actriz y un reputado director (el propio Panahi) como imagen del Irán más occidental y avanzado. El choque cultural acaba provocando tanto risas como reflexiones sobre la actual sociedad iraní.
Y aquí llegó la carrera del día, para conseguir llegar "a tiempo" para mi primera película de sección oficial, la francesa A faithful man, segunda película como director del actor Louis Garrel. El film es una comedia ácida cargada de mala leche y con un humor negrísimo que consigue arrancar multitud de carcajadas gracias a un guión finísimo pulido al límite y unas actuaciones de lo más acertadas del propia Garrel y de Laetitia Casta. La película no se complica y en 75 minutos divierte y entretiene de lo lindo. Muchas risas durante la proyección y prolongados aplausos al finalizar, comienza bien la Sección Oficial.
Carrerita hacia el Kursaal donde mientras se celebraba la Gala Inauguración se podía ver en la Sala 2 el documental Apuntes para hacer una película de atracos. Gratísima sorpresa con un documental que da la impresión de haber evolucionado a través del tiempo para pasar de ser una historia sobre atracos a una historia personal sobre un personaje que es el que acaba conquistando al espectador y es que el gran mérito de la película es que es innegable no coger cariño a un delincuente como el Flako. Realidad y ficción se van uniendo a la vez que Leon Siminiani mezcla formatos, imágenes de archivo, animación, secuencias de película o cualquier material que esté a su alcance para conseguir contar su historia y vaya si lo consigue. Uno de esos descubrimientos por los que vale la pena arriesgar en un festival.
Mañana dos de los platos fuertes del festival con El Reino de Sorogoyen y el primer pase de Shoplifters, la última película del gran Hirozuki Koreeda, uno de los premios Donostia de este año, además de animación japonesa, thriller filipino y seguro que muchas carreras.
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