Mi amor

Mi amor. Título original: Mon Roi

Directora: Maïwenn

Actores: Vincent Cassel, Emmanuel Bercot, Louis Garrel, Isild Le Bescó, Chrystèle Saint Louis Augustin

Guión: Etienne Comar, Maïwenn

Productores: Alain Attal, Xavier Amblard, Ettiene Comar

Montaje: Simon Jacquet

Fotografía: Claire Mathon

Música: Stephen Warbeck

Producción: StudioCanal, Canal+, Ciné+, France Televisions



Enfrentarse como espectador a Mi amor es ponerse cara a cara con todas las dudas, miedos y temores que puede provocar una relación amorosa, y es que en el fondo Mon Roi, la última película de Maïwenn es una falsa comedia romántica donde vamos descubriendo el terror dentro del romanticismo, el drama dentro de la comedia y sobre todo una película que esconde mucho más de lo que pudiera parecer a primera vista.

Con cuatro películas a sus espaldas y multitud de premios y nominaciones en festivales importantes Maïwenn Le Besco se ha confirmado como una de las miradas femeninas más importantes del cine francés de los últimos años, con un estilo personalísimo, la directora francesa se centra en ésta ocasión en retratar una historia de amor extrema para lo bueno y para lo malo.

Tony ingresa en un centro de rehabilitación tras un accidente de esquí en qué se lesiona la rodilla, durante éste tiempo de recuperación física repasa mentalmente e intenta recuperarse también psicológicamente de su tormentosa relación amorosa con Georgio.

Mi amor busca la implicación del espectador a través de la exageración, la relación entre Tony y Georgio es una hipérbole absoluta de todos los bienes y males de una relación amorosa. Su encuentro y enamoramiento es excesivo, lleno de clichés, ambos personajes son tan cool que llegan a incomodar, al igual que lo son sus problemas, los típicos dientes de sierra de una relación se convierten en éste caso en auténticas odiseas, batallas enormes a luchar entre dos personajes absolutamente hipertrofiados. La obsesión, los celos, la adicción e incluso un coqueteo nada disimulado con el maltrato, todo ello es tratado de forma tan intensa y exagerada que puede sacar a algunos espectadores del film, y sin embargo, ésto es lo que busca la directora desde un principio, crear un microcosmos tan cerrado y en el que las emociones se magnifican tanto que podamos vernos reflejados en cierto modo en esos personajes tan aparentemente irreales, la alegría desbordada de los comienzos de una relación, la idealización de la pareja, los celos, las crisis, todo está tratado de un modo tan extremo que parece tan lejano como si lo viéramos a través de unos prismáticos del revés, y sin embargo cuando dejamos de mirar por ellos nos damos cuenta que la realidad es mucho más cercana a lo que habíamos visto de lo que quisiéramos creer.

Para contar una historia tan intensa eran necesarios dos actores que dieran todo de si y Maïwenn tiene la suerte, o el acierto de contar con dos bestias como Emmanuel Bercort y Vincent Cassel, histriónica y pasadísima de vueltas ella, como pide un personaje que lo vive todo a flor de piel, contenido la mayoría del tiempo y terrorífico cuando explota él, la mayor parte de los reconocimientos han sido hacia la actriz francesa, pero en mi opinión es Cassel el que se come la película con un papel tan desagradable como bien interpretado, que vuelve a demostrar que éste actor está en el olimpo de la actuación europea.

Es cierto sin embargo que la acción en el presente rompe bastante el ritmo de la película y le confiere una duración que finalmente se hace excesiva ya que lo sucedido en el centro de rehabilitación aporta poco o nada a lo que el film nos quiere contar, es en los recuerdos de la relación entre Tony y Georgio que Maiwenn trata de un modo casi documental mostrando las claras influencias de su pasado como fotógrafa, donde Mi amor crece hasta casi el infinito, algo que se logra en un final tan simple y sencillo como revelador e impactante, que nos deja con un mal cuerpo absoluto obligándonos a rememorar y replantearnos en nuestras cabezas todo lo visto hasta ese momento.