Director: Gavin O'Connor
Actores: Natalie Portman, Joel Edgerton, Ewan McGregor, Noah Emmerich, Rodrigo Santoro
Guión: Brian Duffield, Anthony Tambakis, Joel Edgerton
Productores: Aleen Keshishian, Terry Dougas, Scott LaStaiti, Natalie Portman, Zack Schiller, Scott Steindorff
Montaje: Alan Cody
Fotografía: Mandy Walker
Música: Marcello de Francisci, Lisa Gerrard
Producción: 1821 Pictures, Boies / Schiller Film Group, Handsomechralie Film, Scott Pictures, Straight Up Films, Unanimous Pictures, WeatherVane Productions
Observando desde fuera dos son las cosas que llaman la atención principalmente sobre Jane got a gun (de nuevo tenemos una traducción más que curiosa con La venganza de Jane), en primer lugar y de manera mucho más general, que parece que el western comienza a estar de nuevo al alza ya que tras Slow West y Bone Tomahawk llega una tercera película que parece que quiere recuperar el cine basado en el viejo oeste.
En segundo lugar y de modo mucho más particular, sorprende las enormes dificultades que ha tenido éste film para salir adelante, con salida a última hora de Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin) y sustitución por Gavin O'Connor, los abandonos de Michael Fassbender, Jude Law y Bradley Cooper del proyecto, el baile de papeles de Joel Edgerton pasando de interpretar al héroe cuando su papel inicial era el del villano antes de las múltiples deserciones y la entrada casi sobre la bocina en el proyecto de Ewan McGregor. Un más que conflictivo proceso de desarrollo que puede provocar serias dudas sobre la calidad final del film.
Y sin embargo pese a todo lo dicho, lo que más destaca de La venganza de Jane es lo absolutamente sólida que es, algo curioso viendo su problemática producción pero que no es la primera vez que ocurre y es que por algo se habla de la magia del cine. La película cuenta la historia de Jane, una mujer que deberá pedir la ayuda de su ex amante para defender a su marido del ataque de una banda de forajidos.
La historia es tan simple como efectiva y funciona como un reloj cuando se centra en lo que quiere contar, de hecho el único pero que se le podría poner al estupendo guión de Brian Duffield es que los flashbacks más que revelar información acaban distrayendo al espectador, y es que la película sube muchísimos enteros en los momentos que el dúo Portman - Edgerton está en pantalla, logrando que una explicación sin ningún apoyo de imágenes de ésta sobre su pasado tenga mucha más fuerza que cualquiera de los flashbacks vistos anteriormente.
Si por algo destaca La venganza de Jane es por lo bien construido de sus personajes, y eso se logra en primer lugar gracias al ya comentado magnífico libreto de Brian Duffield, que define perfectamente sus caracteres, es difícil encontrar en los últimos tiempos una película en que las motivaciones de sus personajes estén tan bien explicadas y sean tan coherentes como en ésta, el drama se construye a base de silencios y de miradas cargadas de dolor y odio, pero cada acción que sucede y cada decisión que toma están perfectamente justificadas y el triangulo amoroso funciona a la perfección debido al otro gran acierto del film, la labor de sus interpretes.
Es curioso decir ésto en un film en el que ha habido tantos cambios, pero haya sido casual o no, el casting final funciona de maravilla, especialmente la pareja Edgerton - Portman que desprende química entre ellos, Natalie Portman carga el mayor peso de la trama derrochando fortaleza en el papel de una mujer golpeada continuamente por la vida pero que sigue luchando para salir hacia delante y un de nuevo sorprendente Joel Edgerton (y hay que empezar a pensar que ya no es casualidad tras sus buenos papeles en Warrior y El Regalo) con un personaje lleno de dolor e ira contenida que el interprete australiano sabe ir dosificando a la perfección, junto a ellos un también acertado Noah Emmerich que en su escaso tiempo en pantalla da perfecta réplica en ese peligroso triangulo. Tal vez sea un irreconocible Ewan McGregor el que se queda algo atrás, cierto es que tampoco goza de demasiado tiempo en pantalla para dotar de algo de entidad a su papel de villano pero tampoco consigue hacerlo amenazador.
A esto hay que añadir que Gavin O'Connor cumple en la dirección de manera más que notable, sin extravagancias, centrándose en las poderosas interpretaciones de Portman y Edgerton y gozando la bellísima fotografía de Mandy Walker, que aprovecha a la perfección la eterna fotogenia del lejano oeste. Junto a ello la B.S.O de Lisa Gerrard y Marcello de Francisci acompaña a la perfección a la acción acompañando a los personajes cuando lo necesitan y tomando protagonismo en la emocionante batalla final.
La venganza de Jane no inventa la pólvora, pero es que ni siquiera lo intenta, simplemente se dedica a querer contar una pequeña historia en el oeste, es cierto que tiene algún pequeño problema de ritmo debido a unos tal vez innecesarios flashbacks y que contiene un giro final un tanto discutible, pero ni siquiera ésto molesta gracias a la fortaleza del resto de apartados de la película, dejándonos con un notable western que estoy seguro que encantará a los amantes del género y sorprenderá muy positivamente a los que no están acostumbrados a vivir aventuras en el lejano oeste.
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