Comenzando el día estrenando la sección de Nuevos Directores en el Teatro Principal con Aloners, producción coreana que retrata una sociedad actual individualista y casi deshumanizada, alienada por la tecnología, a través de una protagonista que rehúye el contacto con cualquier persona y se encierra en su trabajo y rutina diaria hasta que una serie de casualidades y fatalidades la obligan a relacionarse con el resto del mundo. Interesante propuesta que no acaba de explotar y con una realización excesivamente timorata y conservadora es una perfecta muestra de lo que se suele ver en la sección.
Fire on the plain inesperadamente se ha convertido en mi favorita (al menos por el momento) de la Sección Oficial. Zang Jhi ofrece una película en varias capas, un thriller criminal que tal vez funciona mejor como drama social de una sociedad desencantada por la situación laboral por el cierre de fábricas chinas a finales de los años 90 y sobre todo como historia de amor imposible entre sus dos protagonistas. La capacidad del director para mezclar los distintos vericuetos de una trama que a priori parece inconexa pero que hábilmente se va entrelazando, junto a la creciente intensidad y sobre todo su notable reparto consiguen que esta investigación sobre el asesinato de varios taxistas a finales de los años 90 y la complicada relación que se establece entre sus protagonistas me haya acabado cautivando.
En un muelle de Normandía (Ouistreham) trata un tema tan importante como es la precaria situación laboral de las Kellis, centrándose en el caso de las limpiadoras del Ferry de Caen a Portsmouth. Una escritora sobre precariedad laboral decide conseguir trabajo como limpiadora para experimentar de primera mano las dificultades y condiciones laborales de las trabajadoras como tema de su próximo libro. El tema social que trata es tan necesario como superficial es la manera en la que lo aborda al igual que la dificultad a la hora de cerrar la historia de sororidad de las trabajadoras. A salvar la interpretación de su reparto y las buenas intenciones de un film que acaba siendo tristemente flojo.
Normalmente en cada edición del festival, hay una película inicialmente bajo el radar que poco a poco y con el boca a oreja acaba convirtiéndose en la gran tapada, la sección de Nuevos Directores suele ser un buen vivero para éste tipo de films, no tiene que conllevar premio o incluso reconocimiento posterior, pero si es la típica que los asistentes recuerdan y es de ese tipo de cosas que te llevas al poder asistir presencialmente. Este año todo indica que el sleeper que dirían los americanos va a ser Mass.
El debut en la dirección de Fran Kranz venía precedido de buenas aunque escasas críticas y tras verla mi sensación es que estamos ante una de las películas del festival. Una película absolutamente conversacional y de aspecto teatral, con dos parejas de padres reunidos en una habitación para intentar superar un hecho trágico que golpeo sus vidas. El argumento nunca busca sorprender pero que nos encontramos ante algo mil veces contado, lo realmente destacable del film es la espectacular actuación de sus cuatro protagonistas y la capacidad del texto para exponer temas como la culpa, el dolor o el perdón de manera tan nítida con unos personajes complejos y a pesar de ello transparentes para el espectador que no puede evitar empatizar con todos ellos a pesar de sus múltiples diferencias.
Poco más se puede decir de un film al que aconsejo acercarse con escaso conocimiento sobre su temática pero que va a ofrecer dos horas de tensión, emoción y pura pasión.
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