miércoles, 10 de octubre de 2018

Sitges 2018: Día 6

Que no haya pasado otros años no significa que no me vuelva a asombrar la fuerza con la que llueve en Sitges y la que se lía en sus calles por su alcantarillado un tanto precario, y es que cuando nos hemos levantado esta mañana parecía el diluvio universal, pero al salir a la calle y ver las riadas ya daban ganas de sacar la piragua. Pero como en los festivales hay mucho de improvisación también, cambio de planes, porque ir desde el apartamento en el Puerto hasta Prado, dónde tenía mi primera película de la mañana era imposible, corregimos rumbo y para Auditori y aún así he llegado calado hasta arriba, la parte buena es que ya puedo decir que el Festival es como mi segunda casa y es que para evitar la pulmonía y a raiz de los cinco litros de agua que llevaba en los pantalones ya puedo decir que he visto una película en el Auditori en calzoncillos como si fuera el salón de mi casa, otra experiencia en Sitges y esta si que no esperaba tenerla la verdad.

Lazzaro Felice venía de arrasar entre la crítica en Cannes y tras verla no se puede negar que el hype es completamente merecido y es que la tercera película de Alice Rohrwacher es una auténtica delicia, una pequeña fabula dónde Lazzaro, un buen hombre, casi un santo, es el protagonista que nos lleva de la mano en un film que opone la bondad extrema al cruel capitalismo donde el más grande siempre se aprovecha del más débil. Rohrwacher plasma a la perfección esa dualidad con una separación entre la primera parte que abraza el realismo mágico sin pudor y una segunda que más que denuncia social es una radiografía de la podredumbre moral de nuestra sociedad. Una de esas pequeñas joyas que te llegan al corazón y te hace salir del cine dándole vueltas a la cabeza no solo sobre lo que has visto, si no también sobre tí mismo, una de las imprescindibles de este año.


La salida del Auditori fue como una expedición al Ártico, gente tiritando y otros aprovechando el sol que ya lucía para intentar secarse, pero lo que estaba claro es que nadie se quería perder Dragged Across Concrete.
S Craig Zeller (la S debe ser de Sin elipsis) se ha convertido en uno de los directores fetiche del festival tras los bombazos de Bone Tomahawk y Brawl in Cell Block 99. Puede que este hype sea en parte culpable pero no he podido evitar una pequeña decepción y es que aún valorando Dragged me parece el más flojo de sus films cuando parecía que cada vez iba a más. La película tiene todas las señas de identidad del director, tempo lentísimo y escenas alargadas hasta donde haga falta para retratar a sus protagonistas, el problema es que el pequeño pulp que utiliza como excusa no da para estirar tanto el chicle, a la película se le puede recortar más de media hora con muchísima facilidad y sus personajes no son lo suficientemente interesantes como para engancharnos, pese a que probablemente sea su película más notable en la factura técnica es la más sosa y falta de personalidad y no solamente por la falta de explosión de violencia habitual en el director, parecería que se ha querido marcar un Tarantino y sinceramente, ese no es su campo.


El triplete de Auditori se completaba con Tumbbad, película procedente de la India que auguraba dosis de terror ... y nada más lejos de la realidad.
Tumbbad no es más que una parábola hindú para mostrar los riesgos de la codicia, la idea tal y como está formulada podría ser un corto más que interesante, pero para llegar al largo la película no para de dar rodeos sobre la vida del protagonista e incluso introduce un trasfondo histórico de la independencia de la India del reino británico que no aporta nada más que sumar minutos al metraje, tal es la sensación de alargamiento que la secuencia más potente del film, se repite tres veces de manera prácticamente igual. Una película innecesaria y acaba resultando aburrida por la repetición de ideas y escenarios.


Carrerita hacia Retiro y es que tenerlo todo al lado de casa en Auditori y Tramuntana está muy bien, pero si no pasas por los puestecitos del pecado, visitas Prado y Retiro y callejeas un poco por la ciudad parece que no has venido al festival.
La elegida para estrenar sede era St. Agatha, el nuevo film de Darren Lynn Bousman, el conocido director de Repo The Genetic Opera o alguna de las secuelas de Saw.
St. Agatha es una cinta de terror absolutamente mainstream y convencional que en ningún momento se avergüenza de ello, de hecho la historia del convento de monjas cabronas que acogen a jóvenes solteras a punto de dar a luz me tenía dando alguna cabezada en su primer tercio, sin embargo y contra todo pronóstico el film va evolucionando para provocar un mal rollo considerable y me ha acabado manteniendo en tensión en la butaca, además de provocar algún que otro aplauso ante muertes bastante disfrutable. St. Agatha es una película floja, no se puede negar como tampoco que cumple su objetivo de entretener si no la exiges demasiado, vamos que hasta me lo he pasado bien, eso si, dentro de un par de semanas no me preguntéis por ella porque no sabré ni de qué me estáis hablando.


Tras otro breve chaparrón que a punto estuvo de llevarse por delante el pueblo de nuevo, tocaba estrenar Prado, la sala de las butacas locas donde toda tu fila de asientos comparte tus movimientos como buenos hermanos festivaleros.
Siento ser reiterativo, pero es que está siendo la tónica habitual de este año en el festival, a Buybust le sobra como mínimo 30 minutos y si se los recortarán sería mucho mejor película y es que el film es directo desde el comienzo, presentando la misión de un comando policial de realizar una redada en un barrio controlado por el narcotráfico, lamentablemente el primer cuarto de la película se pierde en ver a los integrantes de ese comando escondidos y realizando escuchas en modo vigilancia Metal Solid Gear y cuando quiere comenzar la acción la película se ha empezado a hacer pesada, a nivel de acción aunque tiene un par de secuencias potentes la tónica general es de unas coreografías bastante pobres e incluso cutres por momentos y una realización bastante poco imaginativa. En el fondo es una película con buenas intenciones pero que se pierde en su excesiva e innecesaria duración y en el poco cuidado a lo que debía ser su punto fuerte, las escenas de acción.


Escena postcreditos:

Ahora además de leer mis chorradas también las podéis escuchar junto a @ComboDuoPlus y @Danilovich3, no sé que será peor la verdad.

Escena postcreditos 2:

Ojo que se une @mireiamullor

No hay comentarios:

Publicar un comentario