sábado, 20 de octubre de 2018

La maldición de Hill House: Temporada 1

La maldición de Hill House

Creador: Mike Flanagan

Actores: Carla Gugino, Michiel Huisman, Henry Thomas, Timothy Hutton, Victoria Pedretti, Oliver Jackson Cohen, Elizabeth Reaser, Kate Siegel, Julian Hilliard, Violet McGraw

Productores: Dan Kaplow, Meredith Averill, Charise Castro Smith, Scott Kosar, Elizabeth Ann Phang

Música: The Newton Brothers

Fotografía: Michael Fimognari

Producción: Amblin Television, Paramount Television

Temporadas: 1

Episodios: 10

Canal de emisión: Netflix


En una época en la que la televisión parece capaz de devorar al tradicional cine dentro del marco del séptimo arte había un género que aún se escapaba al formato doméstico, y si, ha tenido que ser Netflix la que venga a romper esa frontera.
Tras primigenias tentativas como Masters of Horror y antologías como mayor o menor éxito, es cierto que American Horror Story ha disfrutado de un considerable éxito, sin embargo creo que es La maldición de Hill House la que se recordará como la auténtica demostración de lo que se puede lograr en televisión en el género de terror.

El nombre de Mike Flanagan llevaba un tiempo circulando entre las conversaciones de los aficionados al género como uno de los grandes directores en ciernes, con pequeños ejercicios de estilo como Oculus, capaz de dignificar sagas bastante mediocres como Ouija o adaptándose a la perfección al formato televisivo en Hush o el Juego de Gerald. 
Esa carrera, construida de forma sólida y sin alardes constituyen los cimientos de esta serie, construyendo el equipo perfecto para lograr su mejor trabajo hasta el momento, con un elenco de actores de confianza con los que ya ha trabajado anteriormente, The Newton Brothers como perfectos interpretes sonoros de sus imágenes y un director de fotografía (Michael Fiognari) capaz de plasmar en imágenes todo lo que la virtuosa cámara de Flanagan quiere expresar.



La maldición de Hill House recoge la vieja tradición del género de llegar al terror a través del drama, es fácil encontrar ejemplos desde Al final de la escalera hasta Hereditary donde la pérdida de un ser querido es el desencadenante de los sucesos, Flanagan continúa en esa línea deconstruyendo el drama familiar de los Crain tras la muerte de la madre. 


"Esos gatitos no pueden vivir sin su madre" 


Es evidente la división de la serie en dos partes, con los primeros cinco capítulos dedicados al punto de vista de cada uno de los hijos de la familia. A través de los flashbacks vamos descubriendo detalles de lo sucedido en Hill House y como les ha ido afectando a cada uno en el presente. 
El excelente balance entre líneas temporales para que ambas resulten interesantes e intrigantes es una de las claves del éxito de la serie. También el hecho de ir aumentando las dosis de terror a la vez que se va descendiendo en la edad de los niños hasta llegar a los más pequeños y sensibles a los hechos sobrenaturales que ocurren en la casa hace que esta primera mitad tenga un continuo crescendo emocional. 
Sin abusar de los jumpscares pero tampoco renunciando a ellos La maldición de Hill House busca más crear una sensación de incomodidad en el espectador, consciente de la malignidad que envuelve la casa en todo momento y está a punto de estallar.

La bisagra de las dos partes se sitúa en el capítulo 6, el que para mi gusto es el mejor episodio de la temporada, donde Flanagan da rienda suelta a todo su talento y encadena un plano secuencia tras otro para unir ambas líneas temporales y mostrarnos las consecuencias en el presente de los hechos del pasado. 
Más allá de lo que pudiera parecer el capítulo no busca el lucimiento técnico del director (aunque la secuencia de la tormenta es un auténtico espectáculo) si no que con un cariz mucho más teatral se centra y recrea en las reacciones e interacciones de unos personajes a los que nunca abandona y deja definitivamente apuntalados de cara a la recta final.




"El miedo y la culpa son hermanos"

Este es el pico más alto de la serie y tras ello es evidente que debe haber cierto bajón, esto también es debido a la cada vez menor presencia de flashbacks al centrarse la historia en los hechos del presente, así los capítulos del 7 al 9 son una pequeña transición con algún altibajo hacia la excelente resolución final.

Tal vez el único problema de La maldición de Hill House es que sus múltiples aspectos positivos son tan sobresalientes que ensombrecen a otros que siendo notables no alcanzan tal nivel, así por ejemplo las actuaciones de Kate Siegel o los pequeños Julian Hilliard y Violet McGraw son tan brillantes que se echa de menos su presencia cada vez que no están en pantalla a pesar del gran nivel medio de todo el reparto o como el hecho de que cuando la serie se tome un respiro para profundizar a nivel dramático en los capítulos ya comentados nos quede la sensación de cierto parón en la intensidad centrándose demasiado en el drama familiar y olvidando un poco el misterio, algo dosificado a la perfección hasta el momento.


Cada capítulo centrado en la mirada de un personaje nos iba descubriendo diferentes datos o incluso nos ofrecía un mismo hecho desde distintos puntos de vista para tratar de comprender la maldad implícita que existe en la casa, pero su excelente último capítulo es la pieza final de un puzle del que se nos han ido mostrando distintas partes y que podemos ver por fin al completo. El juego entre lo onírico y lo real, la diferencia entre el tiempo líneal y los recuerdos se funden en un final que no busca sorprender ni avasallar al espectador, si no que sirve de colofon a lo que la serie ha intentado desde el principio, contarnos la historia de una familia destrozada por un hecho trágico y como lidian cada uno de ellos con el dolor, y es que a veces los peores fantasmas no son los que habitan en una casa encantada, si no los que arrastramos con nosotros a lo largo de nuestras vidas.


"Todo lo demás es confeti"

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