Y tras el preestreno con Chappie por fin hoy ha comenzado lo que es el verdadero festival, el del maratón de películas, salir de una para ponerte corriendo en la cola de la siguiente, sobrevivir a base de chocolate y patatas, buscar cualquier luna llena que aparezca en pantalla para poder aplaudir, aunque los muñequitos japoneses se postulan como próxima fuente de aplausos y ver que se le ocurre a Leticia Dolera en cada presentación para poder interactuar con el público, esto en definitiva es la Muestra Syfy.
Y la sesión ha comenzado con Housebound, película neozelandesa sobre casa encantada y delincuente juvenil que no puede abandonar la misma debido a que se encuentra bajo arresto domiciliario, ¿qué la excusa argumental os suena un tanto pobre?, pues si, pero la película tiene más de un giro de guión para cambiar totalmente el tono de la historia y dejarte con la boca abierta, si hay que buscarle algún pecado es que quizás es excesivamente larga y su primera mitad algo lenta pero la segunda parte es una auténtica maravilla, humor, mucho humor con un toque gore final y personajes de lo más carismáticos, una inmejorable forma de abrir la muestra y que se postula como una de las favoritas de éste año.
Tras el buen sabor de boca que nos ha dejado Housebound llegaba Tokyo Tribe, uno de los platos fuertes y de las películas más esperadas del festival, por lo menos para un servidor, y es que Sion Sono ya se ha hecho un nombre entre todo el aficionado al cine fantástico, esto unido a su premisa de guerrilla callejera en la que se mezclan rap, bates de beisbol y katanas hacia que hubiera muchas ganas de verla como así ha demostrado la enorme cola que había en la entrada. Sin embargo con ella ha llegado la primera decepción y es que Tokyo Tribe es la demostración de que la traslación directa del comic a la gran pantalla no siempre da resultado, visualmente el film es una delicia llena de colores y con una dirección artística muy currada, pero el carácter grotesco y casi ridículo de sus personajes y un guión inexistente hacen que la película se haga cansina y repetitiva a no ser que seas un fan del hip hop japonés, su parte final con mezca de reflexión sobre tamaños de penes y juventud oprimida por la sociedad de lo más bizarro que se puede ver.
Y para la tarde comenzaba un doble programa de comedias que ya se habían proyectado en Sitges y que particularmente me gustaron bastante, en primer lugar Burying the Ex, la última película del gran Joe Dante y de nuevo me ha parecido un homenaje a la serie B estupendo, la historia de un jóven aficionado a las películas de terror clásicas (si es que solo con eso ya tenía mucho ganado) que es incapaz de librarse de una novia un tanto "insistente y posesiva" ha sacado bastantes risas entre las butacas y gritos buscando la mejor manera de matarla. En Twitter se protestaba por la factura técnica del film que es cierto que puede rozar el carácter de telefilm, pero si es así que me pusieran uno de éstos cada sábado, humor negro y gamberro en un film sin más pretensiones que el de hacer pasar un buen rato.
Después uno de los platos fuertes de éste festival, What We Do in the Shadows, sobre la comedia neozelandesa (vaya, dos en un mismo día, quién lo iba a decir) ya os hable hace unos días y tras revisionarla puedo confirmar todo lo ya escrito, divertidísima y delirante, las dificultades de estos tres vampiros para compartir piso han hecho las delicias del público que no ha parado de reir y aplaudir durante toda la proyección haciendo que incluso a veces no se oyera el siguiente chiste porque continuaban las carcajadas, un auténtico acierto para éste tipo de festivales y un film para el que reivindico de nuevo su estreno comercial porque creo que se lo merece.
Y con ya un buen tute en el cuerpo llegabamos a la sesión más gamberra, la de media noche, y en la que el público es menos exigente, solo pedimos diversión y sangre, y para el primer día la elegida fue la japonesa Hunger of the Dead (Hunger Z) en la que los zombis dominan el mundo y crean granjas en las que obligan a los humanos a procrear constantemente para seguir teniendo comida, vamos lo que hacemos nosotros con los animales basicamente, en primer lugar para las horas a la que se proyecta se agradece su ajustada duración de 74 minutos y digo esto al comienzo porque poco más positivo se puede decir, ni el más aficionado a la serie Z japonesa podría justificar ésta auténtica tontería que solo destaca en esos momentos de sangre after effects, el resto una pérdida de tiempo enorme que podría haber sido utilizado en vernos alguna de Asylum que al menos hubiera tenido más gracia.
Para mañana tendremos la sesión de Syfy Kids con la inolvidable Mi vecino Totoro y allí espero que estéis todos cantando a voz en grito Totoro, totorooooo, seguiremos por la tarde con más animación Song of the Sea, nominada al Oscar a mejor película de animación y que tiene muy buena pinta, después Goodnight Mommy, película que me dejó bastante mal sabor de boca en Sitges, veremos si le doy otra oportunidad o sirve como momento de descanso para coger fuerzas, más tarde Spring, que promete una historia de amor un tanto sobrenatural y Cub que tiene pinta de slasher con niño cabrón y puede gustar entre el público, acabaremos con Crazy Bitches, buscando de nuevo los momentos más macarras del festival con aplausos a cada muerte que aparezca en pantalla, veremos si cumple.
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