lunes, 28 de diciembre de 2020

Soul

 

Soul
Soul

Director: Pete Docter y Kemp Powers

Actores: (Voces de) Jamie Foxx, Tina Fey, Graham Norton, Rachel House, Alice Braga, Richard Aoyade, Angela Bassett

Guión: Pete Docter, Mike Jones y Kemp Powers

Productores: Dana Murray, Dan Scanlon, Kiri Hart

Montaje: Kevin Nolting

Fotografía: Matt Aspbury e Ian Megibben

Música: Trent Reznor y Atticus Ross

Producción: Walt Disney Pictures y Pixar Animation Studios



Desde hace más de 20 años, la cita mayoritariamente anual con Pixar era obligada para todo buen cinéfilo (o al menos para éste cinéfago), es cierto que tras su estelar comienzo la última década ha tenido quizás más sombras que luces, pero aún así cada lanzamiento de la compañía del flexo saltarín es esperado con ilusión. Tras la apreciable pero irregular Onward de cuyo estreno parece que han pasado mil años, la nueva película de Pete Docter, responsable actual del estudio y director y guionista de algunos de los mejores films de la compañía supone una pequeña inspiración en éste annus horribilis.

En Soul se repiten las obsesiones habituales de los films del estudio, que se han repartido normalmente entre los más festivos y juguetones y aquellos que reflexionan sobre nuestra propia existencia. Esta perspectiva existencialista es atacada de lleno en éste último film, que antes nos ofrece un retrato ejemplar de Nueva York y la vida de un profesor que se niega a dejar de perseguir sus sueños aunque todo parezca alejarle de ellos. En este primer tercio la animación realista de Pixar brilla a la altura acostumbrada (increíble su tratamiento de la luz) con una espectacular recreación de la ciudad que se conjuga a la perfección con la música y la historia vital de nuestro protagonista.

Pero la película asciende aún más tras su inesperado giro (que no revelaremos) y nos lleva a otras cotas, tanto argumental como visualmente, con una apuesta por un animación más onírica y surrealista rozando lo abstracto. A partir de aquí Soul se vuelca de lleno hacia esa obsesión por el existencialismo marca de la casa y que particularmente más que molestarme, como parece haber pasado a más de uno, me vuelve a conquistar y tocar emocionalmente, en esa búsqueda constante del sentido de la vida trasladado esta vez a la disyuntiva entre perseguir tus sueños o disfrutar del aquí y ahora (el famoso Carpe Diem que ya han tocado cientos de películas sin que por eso nos parezcan repetitivas).

Soul

Es cierto que por un momento la película baja el pistón, quizás temerosa de que jugar todas sus cartas a la angustia vital de un protagonista cuarentón con problemas laborales no sea lo suficientemente atractivo para el gran público y se lanza a una aventura más desenfadada que si bien es cierto consigue avanzar la trama se siente algo más superficial y por momentos forzada. 

Soul no es perfecta evidentemente, no se puede negar la torpeza de ciertos personajes secundarios como los místicos o la moraleja final un tanto facilona, incluso acepto el problema de que el arco del coprotagonista tenga mejor desarrollo que el del principal, pero el corazón de la película siempre está ahí, el que habla al espectador de tú a tú y no solo le emociona si no que también le lleva a pensamientos y reflexiones tan íntimas que nos asusta vernos representados de ese modo, porque al final nuestros miedos e ilusiones no son tan diferentes y que alguien sea capaz de plasmarlo de ese modo en una pantalla no puede más que llevarme al aplauso. 

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