Muñeco diabólico

Muñeco diabólico. Título original: Child's Play

Director: Lars Klevberg

Actores: Aubrey Plaza, Gabriel Bateman, Bryan Tyree Henry, Mark Hamill (Voz)

Guión: Tyler Burton Smith (Basado en los personajes de Don Mancini)

Productores: David Katzenberg, Seth Grahame Smith

Montaje: Tom Elins, Julia Wong

Fotografía: Brendan Uegama

Música: Bear McCreary

Producción: Orion Pictures, Bron Creative, Metro Goldwyn Mayer


Más de 30 años lleva aterrorizándonos un dulce muñeco que ha pasado por ritos satánicos, novias, cicatrices faciales, hijos e incluso versiones 2.0 y es que con sus más y sus menos es sorprendente como Chucky pese a ser una de las grandes olvidadas cuando se nombran las sagas de terror más valoradas y/o populares siempre consigue volver para ofrecernos como mínimo una buena ración de entretenimiento.

El reboot / remake de Muñeco Diabólico se inspira argumentalmente en el original de Tom Holland y Don Mancini y sin embargo logra darle un lavado de cara adaptándolo a una nueva era en la que la maldad de Chucky (maravilloso el gag en el que elige su propio nombre) en lugar de producto de la magia negra es fruto de un programador cabreado por su explotación laboral y verse sometido a la influencia de las nuevas tecnologías (más S.XXI no podría ser). 

Afortunadamente la nueva versión de Lars Klevberg sigue manteniendo las señas de identidad de la saga, que son mezclar el slasher y el terror con un humor negro de lo más macabro. Así Aubrey Plaza vuelve a estar magnífica dotando de cinismo y humor inteligente a su personaje, el cast infantil representa a la perfección las claves de una nueva generación y la voz perversamente maléfica de Mark Hamill hace el resto (mención especial a la maravillosa The Buddi Song que no saldrá de vuestra cabeza en cuanto salgáis del cine).

El debutante director noruego no se complica la vida, como tampoco lo hace Tylor Burton Smith en el libreto y construyen una historia simple pero efectiva en la que primero la construcción de personajes, después el entretenimiento y por último una gotita de terror y gore (aunque se echa de menos un bodycount algo más elevado) se conjugan a la perfección para conseguir un film ágil y entretenido que se pasa en un suspiro.

Muñeco diabólico continúa con la tradición de la saga de no querer trascender (aunque acabara haciéndolo) si no de ofrecer un espectáculo de entretenimiento y terror, es cierto, que no es una película que se vaya a quedar grabada en nuestra retina (ninguna lo hizo si exceptuamos la original y la siempre reivindicable La novia de Chucky) pero si ofrece un producto más que reivindicable que honra a sus precedentes a la vez que los actualiza y que ofrece hora y media de diversión gamberra y macabra que sin duda agradará a los fieles seguidores de las aventuras de Chucky, y que además promete volver a las andadas a la vista de sus buenos resultados en taquilla