Director: Daniel Espinosa
Actores: Tom Hardy, Noomi Rapace, Gary Oldman, Joel Kinnaman, Jason Clarke y Vincent Cassel
Guión: Richard Price. Basado en la novela de Tom Rob Smith.
Productores: Ridley Scott, Greg Shapiro y Michael Schaefer
Montaje: Pietro Scalia y Dylan Tichenor
Fotografía: Oliver Wood
Música: Jon Ekstrand
Producción: Summit Entertainment, Etalon Film y Stillking Film
Basada en la exitosa novel de Tom Rob Smith, El niño 44 cuenta la historia de Leo, un integrante de la inteligencia militar soviética que durante la época estalinista comienza a investigar los asesinatos de unos niños que pueden conducir al primer asesino en serie de la historia en la Unión Soviética, sin embargo sus superiores no paran de recordarle que en el paraíso no hay crímenes por lo que el propio sistema para el que trabaja es el principal obstáculo para resolver el crimen, mientras su pasado y su vida personal se mezclarán para ponérselo más difícil aún a Leo.
Con un primer vistazo al argumento de El niño 44 lo primero que le viene a uno a la mente es Citizen X, la gran e injustamente poco reconocida película protagonizada por Stephen Rea en los años 90, no en vano ambos films se inspiran en la misma historia real, la de Michael Chikatilo, el primer asesino en serie reconocido por la Unión Soviética, sin embargo la novela de Smith aprovecha su localización en los años 50 para hacer también un estudio de la sociedad soviética en plena era estalinista y es precisamente esa ambición de querer abarcar demasiado el principal error del film.
El impresionante elenco de actores que intervienen en ésta película reflejan exactamente lo que ocurre con su trama, hay demasiadas estrellas a la que dar tiempo en pantalla y es muy difícil que todos tengan el protagonismo que requieren para poder brillar, así Jason Clarke está profundamente desaprovechado en lo que casi parece un cameo al igual que Vincent Casell, que pese a disponer de algo más de tiempo acaba siendo también intrascendente, Joel Kinnaman le pone ganas y yo le atribuiría más el error a su personaje que a su interpretación y es que es muy dificil llevar hacia delante un villano que ni impone como loco psicópata al que no hace falta comprender, ni tiene trasfondo y personalidad para dar significado a sus acciones. Dentro de éste grupo de secundarios es Gary Oldman el que mejor parado sale, más que nada porque sabe tirar de oficio para crear un secundario carismático pese al poco metraje del que dispone para hacerlo.
En el dúo protagonista Noomi Rapace cumple hasta que el batiburrillo de tramas se lleva por delante su personaje obligándole a pegar un acelerón en una transformación personal que debido a ésta falta de desarrollo deja una sensación final de ser algo superficial y que la convirtie en la parte final en prácticamente una partenaire con poca personalidad. Es evidentemente Tom Hardy quién mejor aprovecha la oportunidad, con un papel hecho a su medida en el que mezcla la fiereza de su duro aspecto físico con la confusión de la que posiblemente sea la mirada que más transmite en todo Hollywood en estos momentos.
La búsqueda del asesino, el retrato de la crueldad del sistema soviético estalinista, el drama personal de Leo y Raisa, el complot contra ellos o la vuelta de los fantasmas del pasado, son demasiados temas a tratar, incluso para las casi dos horas y veinte minutos de duración de El niño 44 que se hace excesivamente larga ante tal acumulación de tramas e información, dando la impresión de que el film no es capaz de centrarse en ninguna de ellas, la acción viene y va de un lado hacia otro y cuando parece que lo más importante para Leo es salvar a su mujer, pasa a obsesionarse por descubrir al asesino o vuelve a Moscú para reencontrarse con sus enemigos y casi olvidar todo lo anterior, un cóctel con demasiados ingredientes que deja la sensación de que ninguna historia está bien resuelta y a todas les falta tiempo para desarrollarse.
Y es una pena porque en los momentos en que se centra en el thriller y la investigación el film llega a interesar, al igual que como recreación de una época tan turbia como la estalinista que tanto juego podría haber dado, tal vez un guión algo más pulido y en el que se hubieran eliminado algunas tramas y explicado mejor otras podría haber dado un mejor resultado, porque desde luego que calidad actoral y una buena historia tenían para ello.
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