Director: Saodat Ismailova
Actores: Farid Olimova, Rushana Sadikova, Saodat Rahminova y Barohad Shukurova.
Guión: Saodat Ismailova y Ulugbek Sadykov
Productores: Denis Vaslin
Montaje: Nathalie Alonso Casale y Benjamin Mirguet
Fotografía: Benito Strangio
Música: Jacob Kirkegaard
Producción: Petit Film, Rohfilm, Volya Films y World Cinema Fund.
El silencio como redención, el silencio como aceptación, el silencio como símbolo del papel de la mujer en ciertas sociedades, el silencio como auto castigo, como tortura, el silencio como denuncia, el silencio como ocultación e incluso como aceptación, el silencio hasta la locura, el silencio como modo de vida.
40 days of Silence cuenta la historia de Bibicha, una joven de Uzbekistan que tras un traumático acontecimiento decide sumirse en un periodo de reflexión y meditación, llamado cuarentena (Chilla, el título original de la película) para ello se traslada a un recóndito pueblo escondido en las montañas. En la casa donde va a realizar su cuarentena convive con otras tres mujeres, su abuela, su tía y una de sus primas.
Retrato y a la vez denuncia de la situación de muchas mujeres en algunos países de Asia Central, 40 days of silence refleja la distancia generacional entre las mujeres aún arraigadas a la religión como es su abuela, la primera generación que intentó romper con la tradición y son mal vistas por ello o las más jóvenes que observan con curiosidad desde un mundo completamente diferente, Bibicha sin embargo se encuentra a caballo entre dos mundos, el de la autoconsciencia de que lo que ocurre está mal y el que lucha por aferrarse a la cultura de su pueblo, lo que le provoca profundos dilemas internos.
A través del más absoluto minimalismo, Saodat Ismailova utiliza el silencio como lenguaje narrativo y como denuncia de la situación de la mujer en Asia, sin embargo el film se olvida ya no solo del espectador si no de cualquier estructura argumental, el hecho que provoca el silencio y la casi posterior locura de Bibicha (probablemente una violación de algún familiar) no solo no está explicado si no que apenas entendemos como impacta sobre la joven, la progresión dramática no existe y los estados mentales de Bibicha avanzan mediante saltos sin ningún trasfondo que nos ayude a entenderlos, mientras los personajes secundarios de las otras tres mujeres son absolutamente prototípicos y apenas quedan dibujados salvo por pequeños detalles.
40 days of silence es útil y necesaria como denuncia de una situación que aún existe en el S.XXI y que algunos parecen olvidar, aterrador es el momento final en que la abuela le dice a Bibicha que ya está madurando, como respuesta a su interiorización y aceptación de haber sufrido una violación, sin embargo, como película es tediosa y aburrida, recreándose demasiado en la introspección y la belleza de sus planos sin dar oportunidad al espectador de introducirse ni conectar con la historia
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