Una noche para sobrevivir

Una noche para sobrevivir. Título original: Run all night

Director: Jaume Collet Serra

Actores: Liam Neeson, Joel Kinnaman, Common, Ed Harris, Vincent D´Onofrio, Genesis Rodriguez, Boyd Hoolbrook.

Guión: Brad Ingelsby.

Productores: Michael Tadross, Brooklyn Weaver y Roy Lee.

Montaje: Dirk Westervelt.

Fotografía: Martin Ruhe.

Música: Junkie XL

Producción: Energy Entertainment, Vertigo Entertainment, RatPac - Dune Entertainment.



Cuando Liam Neeson empieza a correr el riesgo de convertirse en un género en si mismo en sus ya típicas películas de badass repartiendo golpes a diestro y siniestro es todo un placer encontrarse con un film como éste que busca matices diferenciadores dentro de su circunscripción al género.
Aunque si hemos de ser justos, todas las colaboraciones de Neeson con Jaume Collet Serra han tenido ese toque singular respecto a otras películas de acción, desde el suspense de Sin Identidad, a la acción desenfrenada de Non Stop hasta llegar al thriller de Una noche para sobrevivir.

El film nos narra la historia de Jimmy Conlon, una antiguo matón de la mafia hundido en el alcoholismo que debe volver a la acción para proteger a su hijo después de que éste se vea envuelto en un ajuste de cuentas de los antiguos jefes de Jimmy.

Con ésta premisa muchos podríamos pensar que nos íbamos a encontrar ante el enésimo clon de Taken (Venganza) en la que Liam Neeson soluciona todo repartiendo golpes sin que nadie le pueda hacer frente, pero al contrario, Collet Serra construye un film que mezcla el clasicismo en la mayoría de su metraje con algunos toques marca de la casa como el slow motion en algunas escenas de acción y en el que abunda la melancolía y la decadencia frente a la acción como deja indicar la oscura fotografía de Martin Ruhe. En ésta ocasión cobran más importancia los personajes que la acción y para ello el director catalán se rodea de un impresionante elenco de actores.

Liam Neeson demuestra que aún tiene mucho más que aportar además del papel de héroe de acción maduro, su Jimmy Conlon desprende dolor y tristeza en cada mirada, acosado por los fantasmas del pasado y recluido en el alcohol para olvidar todas las decisiones erróneas que ha tomado a lo largo de su vida. Ed Harris supone su perfecto contrapunto convertido en enemigo por azar del destino y con varios duelos impresionantes en el que éstos dos titanes de la interpretación dicen más con su lenguaje corporal y su tono de voz que muchos otros con un largo monologo.
Al lado de éstos dos grandes Joel Kinnaman cumple sobradamente como el hijo que reniega de su padre pero que va comprendiendo (que no perdonando) poco a poco sus acciones a medida que se ve obligado a pasar más tiempo con él. Completan el reparto grandes secundarios como un renacido Vincent D´Onofrio, el siempre eficaz en éstos pequeños papeles Bruce McGill o un sorprendente Nick Nolte en un pequeñísimo papel que casi podría considerarse más un cameo.

Con semejante elenco de actores, la película gana muchísimos enteros en sus diálogos y escenas reflexivas, en la que se desarrolla toda la historia de los Conlon y como éstos han llegado a la situación actual. En el terreno de la acción nos encontramos con escenas más sucias y descarnadas, aquí no hay coreografías espectaculares, ni sucesión de golpes marciales, los puñetazos duelen y buscan ser definitivos, las peleas son callejeras y sin ningún tipo de floritura, y nuestros protagonistas van a sudar sangre para sobrevivir a cada una de ellas.

Quizás lo más desdibujado del film es la parte en que se introduce a Common con un personaje totalmente prototípico y apenas desarrollado que sirve como amenaza final para nuestros protagonistas pero que apenas da juego en la historia. Pese a esto podemos considerar Una noche para sobrevivir como un gran thriller, más cercano al cine negro que a la acción que supone un nuevo paso adelante en la hasta el momento impecable carrera de Collet Serra.