A todo gas 7. Título original: Fast and Furious 7
Director: James Wan
Actores: Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne Johnson, Jason Statham, Michelle Rodriguez, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Ludacris, Nathalie Emmanuel y Kurt Russell.
Guión: Chris Morgan y Gary Scott Thompson.
Productores: Neal H Moritz, Michael Fottrell y Vin Diesel.
Montaje: Christian Wagner, Kirk Morri, Dylan Highsmith y Leigh Folsom Boyd.
Fotografía: Marc Spicer y Stephen F Windon.
Música: Brian Tyler.
Producción: Universal Pictures
Si alguien nos hubiera dicho allá por 2001 tras ver A todo gas que ese film iba a dar lugar a una de las franquicias más rentables del mundo del cine, reventando taquillas y provocando enorme expectación ante su estreno le habríamos tomado poco menos que por loco. Y es que la película inicial, una suerte de remake no confeso de "Le llaman Bodhi" centrado en el mundo del tunning y las carreras ilegales poco ofrecía al margen de divertimento descerebrado. Cuando en la segunda parte nos colaron un Direct to DVD en las salas de cine aprovechando el éxito de su antecesora todo hacía indicar que ésta saga directamente había muerto y lo parecía confirmar su tercera entrega con un intento desesperado de relanzar el universo F&F cambiando de escenario y protagonistas. Pero ésta tercera parte también fue el comienzo de todo lo que conocemos hoy como A todo Gas, ya que fue entonces cuando Justin Lin entró en la saga y convenció a Vin Diesel para realizar un cameo al final de la película.
Pese a no ser un taquillazo Tokyo Drift salió del apuro más que dignamente gracias a los ingresos internacionales y Universal, en una decisión a la que todavía deben estar dando gracias a día de hoy deciden ceder el mando de todo al joven director taiwanes que les había salvado la papeleta en la tercera entrega. Así Justin Lin hace una especie de reboot de la saga juntando de nuevo a los protagonistas originales e incluyendo nuevos miembros para formar el equipo que va a ser protagonista a partir de ahora y sin dejar de lado la importancia de los coches, que son la auténtica marca de identidad de éstas películas, vira el rumbo de éstos films hacia el terreno de acción más puro y comienza un arco argumental que une todos los universos de A Todo Gas gracias a la ya comentada escena final de la tercera parte. Si bien Fast & Furious 4 fue una más que notable película de acción, el verdadero cambio se produce en la quinta entrega, en un film absolutamente ES - PEC - TA - CU - LAR (si, no hay otra manera de definirlo) que reinventa toda la saga, uniendo los combates más físicos gracias a la inclusión de Dwayne Johnson "The Rock" en los films, a las carreras motorizadas de siempre y mezclando el cine de acción con una trama de robos perfectamente hilvanada. Tras el bombazo comercial e incluso de crítica, que se rinde ante una de los mejores blockbusters de éste siglo, la sexta entrega sin llegar al nivel de excelencia de la anterior sirve para confirmar que las películas "A todo gas" se encuentran en su mejor momento.
Y así llegamos a ésta séptima parte en la que Justin Lin cedía el testigo a James Wan, otro joven y prometedor director dispuesto a darle su visión a estos films, después del rotundo éxito conseguido con Expediente Warren (película que recomiendo encarecidamente).
Ésta entrega conecta directamente con la anterior, ya que el motor de toda la acción será Deckard Shaw (un estupendo Jason Statham), hermano del villano de A todo Gas 6 que promete venganza contra el equipo de Toretto, empezando por la ya esperada muerte de Han. Nos encontramos de nuevo ante una historia en la que la familia, la acción, la gasolina y la adrenalina se verán mezclados.
Y tras ésta larga introducción (una saga tan extensa así lo merece) he de decir que ésta séptima parte supone un pequeño bajón a lo visto anteriormente, no me entendáis mal, si, la acción es espectacular, la película continua con esa bendita locura del más difícil todavía, qué no te crees que podamos tirar todo tipo de vehículos desde un avión, pues lo hacemos, qué te parece imposible que un coche salte de una torre de edificios a otra, pues que salte dos. En ese sentido no hay queja, la diversión está garantizada y nunca decae, los actores se encuentran ya muy cómodos en su rol, desde Vin Diesel como macho alfa del grupo hasta Tyrese Gibson como alivio cómico (soberbio el momento en que Nathallie Emmanuel les describe a todos como si fuera una espectadora más), el problema está en la historia que nos cuentan y en como lo hacen, nadie pide aquí un Shakespeare, pero si un mínimo de coherencia que nos permita seguir dentro de la acción sin tener que pensar en lo extraño de los comportamientos de algunos personajes.
Es innegable que el fallecimiento de Paul Walker supuso un golpe durísimo para la realización del film y que James Wan se debió encontrar ante una papeleta difícil de resolver para finalizar el rodaje, tal vez a ésto se deba en gran medida la dificultad en las transiciones de la película que avanza de una localización a otra a golpe de burdo montaje videoclipero sin apenas explicación ni sentido en el desarrollo de la acción, llama enormemente la atención en ese sentido que haya cuatro personas implicadas en el montaje, lo que tal vez también provoque la escasa sensación de unidad que queda tras verla.
No se puede negar la valía de Wan a la hora de filmar los momentos de acción, encontrándonos con al menos cuatro espectaculares set pieces, desde el impresionante combate entre Jason Statham y The Rock (al que por cierto se le echa bastante de menos el resto del film, aunque queda algo atenuado por la simpática presencia de Kurt Russell), pasando por las espectaculares escenas con coches en las montañas y Dubai hasta el muy bien llevado final en que sabe dividir la atención del espectador en los numerosos frentes abiertos sin que ninguno quede eclipsado por el resto. No, el problema de Wan no es de dirección, ya que incluso se permite el lujo de introducir una novedosa forma de seguir la acción con la cámara girando según el punto de vista de los combatientes en la ya mencionada pelea inicial, lo que chirría de éste film es la falta de empaque, y la sensación de estar viendo una serie de escenas muy bien filmadas pero sin solidez ni coherencia interna. Si ello se debe a las dificultades en el rodaje o era algo que iba a suceder de igual manera nunca lo sabremos.
Finalmente aplaudo el modo de resolver uno de los instantes que sin duda se preveían más difíciles como es la despedida de Paul Walker, sencilla pero efectiva y emocionante consigue dejar al espectador con un nudo en la garganta gracias a la voz en off de Vin Diesel, un momento en el que uno nunca sabe cuando está hablando de su personaje y cuando de sus auténticos sentimientos ante la muerte de un amigo.
En definitiva F&F 7 es una película entretenida y espectacular, aunque muy por debajo de sus tres últimas antecesoras creadas por Lin, habrá que ver si Wan consigue redimirse en la siguiente entrega y es que nadie duda que la habrá ante la lluvia de millones que ha logrado éste film y particularmente me alegro de ello porque al menos yo tengo ganas de seguir viendo las aventuras de Toretto y su "familia".
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