Magical Girl

Magical Girl

Dirección: Carlos Vermut.

Actores: Barbara Lennie, José Sacristán, Luis Bermejo, Javier Botet, Lucía Pollán, Israel Elejalde, Albeto Chaves.

Guión: Carlos Vermut.

Productores: Álvaro Portanet y Amadeo Hernández.

Montaje: Emma Tusell.

Fotografía: Santiago Racaj.

Producción: Aquí y Allí Films, Televisión Española, Canal + España, Sabre Producciones y Films Distribution.




Luis es un hombre de lo más vulgar y corriente que se encuentra en el paro y que está dispuesto a hacer cualquier cosa para satisfacer a su hija Alicia, gravemente enferma, Damían es un ex profesor con un enigmático pasado que tras su paso por la cárcel está intentando reinsertarse en la sociedad, Bárbara, "la niña de fuego" es una jóven con graves problemas psiquiátricos que atrae a los hombres de una manera irresistible, un hecho tan trivial como el deseo de Alicia de tener el traje de Magical Girl, su serie de Anime favorita, hará que los caminos de éstas tres personas se crucen con consecuencias imprevisibles.

Reconozco que me ha costado escribir ésta crítica, en primer lugar es una película de la que no es fácil hablar ya que toca a cada persona de una manera diferente y creo que es mejor vivirla por uno mismo y en segundo lugar me ha gustado tanto que me gustaría hacerla justicia y la verdad que es complicado.

Con la historia de tres perdedores Carlos Vermut compone un puzle en el que nunca nos va a mostrar todas las piezas a la vez, incluso hay algunas piezas que nunca nos va a mostrar, pero eso no va a impedir que seamos capaces de tener una visión del conjunto, el director simplemente confía en el espectador para que rellene esos huecos por sí mismo, y digo esto porque en muchas críticas se empeñan en calificar ésta película como complicada y no para todo tipo de públicos, particularmente no estoy de acuerdo con esa apreciación, creo que puede ser vista y disfrutada por todo tipo de espectador, es cierto que te obliga a un pequeño esfuerzo para seguirla, pero es un esfuerzo mínimo que estoy seguro que todo el mundo puede hacer, no todo en el cine va a ser dejar el cerebro fuera de la sala y ser objetos completamente pasivos, hay que saber que tipo de film se va a ver pero también me gustaría decir que no es excesivamente complejo ni denso en mi opinión.

Repleta de un humor negrísimo y de escenas impactantes e invocadoras Magical Girl nos cuenta como el cruce de éstos tres personajes cambia su vida y lo más importante desde mi punto de vista, lo hace sin juzgar a ninguno de ellos, aquí no hay ni buenos ni malos, el guión se esfuerza en que comprendamos a los tres, porque hacen lo que hacen y como los actos de unos provocan un terremoto en la vida de otros y a la vez introduce muchísimos conceptos como la crítica a la situación social y laboral en que vivimos, hasta dónde puede llevar a un padre el amor hacia su hija, como trata la sociedad a los enfermos mentales o hasta dónde nos puede llevar una obsesión por solo mencionar algunos de los muchísimos temas que toca.

A veces nos sentiremos confundidos, otras maravillados ante ciertas historias, ¿qué hay tras la puerta del lagarto negro?, ¿qué le ocurrió a Damián para entrar en prisión?, ¿cómo ha llegado Luís a esta situación?, en cierto modo en éste film en muchas ocasiones nos parecerá que estamos viendo a Marcelus Wallace abrir un maletín del que nunca vemos el interior, por suerte en ésta ocasión se nos dan muchas más pistas para que vayamos completando la historia por nosotros mismos y es por ésto que digo que cada espectador podrá hacer su propia lectura de la película, todas válidas y diferentes en pequeños puntos, pero eso es algo que enriquece muchísimo el visionado de cualquier film y más todavía el hablar de ella después con los amigos.

A la estupenda historia, plagada de metáforas (ese libro de La Colmena) y detalles (la ginebra Sailor Moon) le acompaña una dirección y una fotografía austera, áspera, con multitud de planos fijos y sin banda sonora en la mayoría de su metraje que hará que nos sintamos incómodos y nos revolvamos en nuestras butacas, siendo conscientes de la dureza de lo que estamos viendo.

Y he querido dejar para el final la maravillosa labor de los tres protagonistas, con un José Sacristán capaz de provocar ternura y pena, en el límite entre lo patético y lo emotivo. Luis Bermejo clavando su papel de perdedor capaz de hacer todo por su hija y consiguiendo que incluso justifiquemos algunas de las acciones que comete, la pequeña Lucía Pollán está estupenda también pero la que sin duda se come la pantalla es Barbara Lennie que con su niña de fuego consigue un personaje en el límite de la locura, del bien y el mal, magnética pero diábolica a la vez, como una polilla que no puede evitar acercarse a la luz brillante aunque sepa que eso la va a quemar, sin duda para mi y junto a Macarena Gómez en Musarañas la actuación femenina del año y las dos actrices que tendrán que pelear por el Goya en una dura competencia.

En resumen una auténtica maravilla de película que os animo a que disfrutéis, siendo consciente de que no es una película facilona, pero también sin miedo porque puede ser entendida por cualquier tipo de espectador a nada que haga un mínimo esfuerzo por ello, creedme, en esta ocasión valdrá sobradamente la pena.

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