lunes, 17 de noviembre de 2014

El protector

El protector. Título original: The Equalizer

Director: Antoine Fuqua.

Actores: Denzel Washington, Chlöe Grace Moretz, Marton Csokas, David Meunier, Bill Pullman y Melissa Leo.

Guión: Richard Wenk. Basado en la serie de Michael Sloan y Richard Lindheim.

Productores: Denzel Washington, Richard Wenk, Steve Tisch, Michael Sloan, Tony Eldridge, etc ...

Montaje: John Refoua.

Fotografía: Mauro Fiore.

Música: Harry Gregson Williams.

Producción:  Columbia Pictures, Escape Artists y Lonetree Entertainment.


Basada en una serie de televisión de los años 80 que pretendía seguir la estética de las películas de acción y justicieros que triunfaban en la época, parecía que no había mejor momento para lanzar una película como El protector, ahora que de nuevo parece que están de moda ese tipo de historias de justicieros y de acción basada más en el físico que en los efectos especiales.

Que se encargaran de ello un reputado director como Antoine Fuqua y un interprete más que reconocido como Denzel Washington dejaba aún más esperanzas de encontrarnos ante un buen producto de entretenimiento.

El problema de El Protector es que no sabe bien en que campo jugar si en el de película de acción simple pero entretenida como podría ser el caso de Taken con Liam Neeson, o buscar un producto más serio y con más fondo.

Pese a que Denzel Washington cumple en su papel de justiciero badass (aunque muy lejos de lo mostrado en la reivindicable "El fuego de la venganza") Antoine Fuqua se pierde en la búsqueda de una trascendencia que nunca encuentra, intentando dar profundidad a personajes tremendamente planos y acartonados como la prostituta interpretada por Chlöe Grace Moretz o creando escenas y situaciones dificilmente creíbles como el vínculo que se establece entre el protagonista y dicha prostituta.



La cinta tampoco alcanza su objetivo como entretenimiento ligero ya que es excesivamente lenta intentando mostrar relaciones entre personajes que luego llevan a poco o nada (esos compañeros de trabajo) y carece de escenas de acción que realmente lleguen a emocionar al espectador, ya sea por la torpeza de Fuqua a la hora de rodarlas o por el aura de invencibilidad que rodea al personaje de Washington y que haga imposible que se sufra por su destino en ningún momento.

Pese a esto no voy a decir que sea tremendamente mala o que no valga la pena verla, ya que para una tarde de Domingo sin demasiadas pretensiones nos puede hacer el apaño, pero con semejante talento tanto delante como detrás de las cámaras es una pena que todo haya acabado en un producto ya no solo rutinario que podría ser perdonable, si no simple, a ratos aburrido y carente de emoción.




Ante la posibilidad de una secuela después de ese final (hoy todos los estudios buscan su propia franquicia) solo queda la duda de ver que reto se le puede poner al personaje de Washington después de lo que hace en la primera película, todo lo que no sea dominar el mundo parecerá poco y es que cuando salí de la película lo único que podía decir es, ¿para qué quieres a Superman pudiendo tener a Denzel Washington?, así de dura es la cosa.

2 comentarios:

  1. Lo que imaginaba, para una tarde de domingo en casa. Gran crítica compañero.

    ResponderEliminar
  2. Pues si, para poco más da, tampoco molesta pero vamos, muy regulera.

    ResponderEliminar