Relatos Salvajes

Relatos Salvajes

Director: Damián Szifrón

Actores: Ricardo Darín, Erica Rivas, Leonardo Sbaraglia, Dario Grandinetti

Guión: Damián Szifrón

Productores: Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar, Hugo Sigman, Esther García, Matías Mosteírin.

Montaje: Damián Szifrón y Pablo Barbieri Carrera.

Fotografía: Javier Julia

Música: Gustavo Santaolalla

Producción: El Deseo S.A, Kramer & Sigman Films, Corner Producciones.


Cada día vivimos situaciones que ponen nuestros nervios al borde del colapso, el atasco de la mañana, la persona que se cuela en una cola en la que tu llevas varios minutos esperando, el jefe que te pega la bronca de manera injusta y tienes que callar y tragar, múltiples ocasiones en las que tenemos ganas de explotar, de sacar nuestro lado más animal y dejar llevarnos por la irracionalidad, pero son solo eso momentos, deseos de lo más profundo de nuestro ser que nunca nos atrevemos a materializar, pero ¿qué pasaría si dejáramos salir nuestro lado más animal, nuestro lado más salvaje?



Tras su exitoso paso por los Festivales de San Sebastián y Sitges donde pese a ser olvidada en los Palmarés recibió grandes críticas y fue recibida con enorme éxito entre el público (y en el caso del festival catalán lo puedo atestiguar en primera persona, ya que fue una de las películas más comentadas y alabadas en los días posteriores a su proyección) llega por fin el estreno a las grandes salas de Relatos Salvajes.

En un proyecto que parece de lo más personal ya que firma dirección, guión e incluso colabora en el montaje, Damián Szifrón nos embarca en un viaje a través de las emociones humanas, de los limites de nuestro autocontrol que separan al hombre del animal, pero todo ello a través de situaciones de lo más cotidianas, y es éste el principal acierto de la película, que en mayor o menor medida todos nos podemos sentir identificado con las historias que vemos en la pantalla, si no en su totalidad por supuesto porque están llevadas a su máxima exageración, si en el fondo, ¿a quién no le han hecho una pirula con el coche y ha respondido de mala manera?, o se ha puesto de los nervios por una multa injusta de tráfico, o se ha cruzado con alguien que le jodió la vida en el pasado, todos nos podemos sentir identificados con alguien que descubre una infidelidad.

Y es que ese es el mayor acierto del film que a través de un excelente guión consigue que el espectador consiga empatizar con lo que está viendo, que se sienta ya no solo identificado, si no que se sienta parte de la historia, que se ponga en el lugar del protagonista y piense como actuaría en ese caso y sobre todo que disfrute viendo en pantalla lo que muchas veces ha soñado con hacer y nunca se ha atrevido, Relatos Salvajes es en ese sentido una especie de catarsis, de disfrute colectivo viendo como nuestros más profundos deseos se hacen realidad.

Como todas las películas episódicas, hay ciertos altibajos entre los diferentes segmentos, pero si por algo destaca es por mantener un notable nivel medio, en el que podrán gustar o parecer mejores unos sobre otros pero no se puede decir sobre ninguno que suponga un bajón de calidad respecto al resto, algo que si destacaría es la capacidad de Szifrón de introducir en todos sus episodios tres ingredientes tan difíciles de mezclar como son el drama, el thriller y la comedia que en mayor o menor medida siempre están presentes, inclinándose más hacia uno u otro según el relato pero siempre dejando algún detallito.

Y como es evidente, yo también tengo mis relatos favoritos, que se corresponden con las historias que me parecen más redondas en su ejecución y sobre todo que cuenta con una actuación más destacada de sus protagonistas, que son la historia final de la boda, donde Erica Rivas en apenas 15 minutos da una lección de interpretación, pasando por todos los estados de ánimo posible, de la pobre novia desamparada a la mujer fuerte que toma las riendas de su vida y demuestra que nadie puede con ella, memorable el momento en que se viene arriba en plena celebración y deja al novio en la mayor de las humillaciones (cuando lo veáis lo entenderéis). Y mi otra favorita es la historia protagonizada por Ricardo Darin, ya no solo por el oficio que demuestra éste en su interpretación del hombre corriente que se ve superado por la burocracia administrativa, si no porque cuenta con la historia con la que más identificado se siente el espectador medio y que mayor satisfacción da para nuestro ya mencionado lado más salvaje, cuando acabe el relato os prometo que os darán ganas de aplaudir.

Con su humor negro y su mala leche Relatos Salvajes es una de las mejores comedias que he visto en los últimos tiempos, que os hará pasar un muy buen rato y sobre todo dará lugar a muchas conversaciones y comentarios con vuestros compañeros de butacas tras verla, una opción más que recomendable, no le tengáis miedo a su carácter episódico, porque no es una unión de cortos sin ton ni son y aunque tampoco tiene un punto final de unión, todo tiene un nexo común, las reacciones humanas ante las situaciones aparentemente cotidianas, daos el gustazo y sacar vuestro lado más salvaje, aunque solo sea como simples espectadores.

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