Director: Christopher McQuarrie
Actores: Tom Cruise, Hayley Atwell, Rebecca Ferguson, Simon Pegg, Ving Rhames, Esai Morales, Pom Klementieff, Vanessa Kirby, Henry Czerny, Shea Whigham, Nico Toffoli
Guion: Christopher McQuarrie, Erik Jendresen
Productores: Tom Cruise, Christopher McQuarrie
Montaje: Eddie Hamilton
Fotografía: Fraser Taggart
Música: Lorne Balfe
Producción: Paramount Pictures, Skydance Productions, TC Productions
Su misión señor Cruise, si decide aceptarla, será salvar el cine ... una vez más. Estas parecen ser las expectativas con las que el público y la propia industria se acercan a la séptima entrega de Misión Imposible y es que si fue capaz de vencer a la pandemia con ese milagro llamado Top Gun: Maverick, por qué no confiar en él ahora que los blockbusters se estrellan uno tras otro ante la que parece la auténtica misión imposible: dar beneficios con sus abultados presupuestos.
En su séptima entrega la saga de Misión Imposible ha vivido una evolución constante desde el thriller de espías de su entrega inicial y dejando de lado su olvidable segunda parte, todo empezó a cambiar con la injustamente poco reivindicada tercera parte dirigida por el antaño niño bonito de Hollywood JJ Abrams donde se daba un mayor peso a la acción con setpieces cada vez más espectaculares y elaboradas, dirección potenciada por Brad Bird y perfeccionada por Christopher McQuarrie, el director de sus últimas entregas.
Por ello quizás lo más llamativo es que Misión imposible: sentencia mortal parte 1 adopte en gran parte de su metraje un estilo mucho más cercano a su primera entrega con dejes y homenajes al propio De Palma de manera poco disimulada que a los espectáculos hiperbólicos de sus últimas entregas.
El hecho de no poseer una villano físico como tal hace que las pequeñas misiones secundarias se sucedan para presentarnos personajes nuevos o traernos otros antiguos de vuelta. Entre los secundarios sobresale Hayley Atwell especialmente en sus momentos cómicos junto a Tom Cruise que parecen sacados más de una screwball que de una saga de acción, Rebecca Ferguson vuelve a demostrar todo su carisma dejando siempre con ganas de más presencia de su personaje y Pom Klementieff se convierte en la auténtica robaescenas, muy por encima de un flojo Esai Morales.
Sorprende también (positivamente) la capacidad de mutar de esta séptima entrega y es que es capaz de pasar del thriller tecnológico hasta una desternillante buddy movie virar hacia momentos más conspiranoicos con planos que parecen sacados del propio De Palma y ser capaz de volver al espectáculo pirotécnico y acrobático sin que el ritmo ni la coherencia del film se resienta en ningún momento.
Tal vez el único punto débil de Sentencia mortal - Parte 1 es el que su propio título indica y es que finalmente nos quedamos con la sensación de un aperitivo, de un prólogo a la espera de lo realmente importante, con grandes momentos si, pero dependiente sin ninguna duda de su segunda parte y con poca entidad por sí sola. Sin embargo eso no evita que nos ofrezca un espectáculo de acción y diversión de primera categoría. Misión Imposible se ha convertido en esa saga en la que uno de sus capítulos más "flojos" se convierte en una notable película de acción y uno de los grandes blockbusters del verano. No nos faltes nunca Tom ... digo Ethan.
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