Director: Peyton Reed
Actores: Paul Rudd, Evangeline Lilly, Jonathan Majors, Kathryn Newton, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas, Bill Murray
Guion: Jeff Loveness
Productores: Kevin Feige, Stephen Broussard
Montaje: Adam Gerstel, Laura Jennings
Fotografía: Bill Pope
Música: Christophe Beck
Producción: Marvel Studios, TrueNorth Productions, Walt Disney Pictures
Que Marvel está en un momento de cierta confusión tras EndGame y la despedida de sus principales baluartes es algo que ya ha dejado claro su errática Fase 4 o su (seamos generosos) extraña política de series en Disney +, que decidan arrancar su Fase 5 y sobre todo presentar al villano principal que va a vertebrarlo todo en la película de un persona absolutamente secundario en su MCU es algo que a priori puede arquearnos más la ceja aún.
Más todavía cuando las habituales críticas generosas de los medios previas al estreno que en otros tiempos repetían sin parar el mantra de la "la mejor película de Marvel desde ..." en esta ocasión se han puesto casi unanimemente de acuerdo para revolcar en el fango esta Quantumania.
Y sin embargo por alguna extraña razón que probablemente ni siquiera sus propios responsables conozcan, la realidad es que Ant-man y la avispa: Quantumania no solo es la mejor película individual del hombre hormiga, si no que es un divertimento absoluto y una presentación ilusionante para esta nueva fase Marvel.
Y es curioso decir esto en una película en la que el habitual principal arma del pequeño héroe, la simpatía y carisma de su protagonista, es la menos utilizada, pero tal vez precisamente por eso, una vez liberados de las cadenas de mostrar lo gracioso que es un Paul Rudd al que todos adoramos ya desde hace mucho tiempo, Quantumania puede dedicarse a entrar en materia apenas a los diez minutos de su comienzo, y a partir de ahí cederle el mando a una Michelle Pfeiffer que cumple de maravilla como auténtica protagonista y heroína de acción décadas después y a un ritmo frenético que hace que la película se pase en un suspiro como un divertimento notable.
Y es que su gran acierto es reducirse (guiño, guiño) a ser una divertimento sin demasiadas pretensiones en la que nuestros protagonistas simplemente tienen que escapar de un peligroso lugar al que han llegado por accidente. Con esta misión tan simple, Quantumania despliega un espectáculo visual que sabe combinar por momentos el sentido de la maravilla con la serie B más cutre y risible, con criaturas y situaciones absurdamente divertidas que sin duda harán torcer el gesto a los fans más ávidos de aventuras épicas y que puede explicar gran parte de las malas críticas que está cosechando.
Kang se nos presenta como un villano con entidad y posibilidad de desarrollo, Kathryn Newton promete como nuevo añadido a los nuevos héroes adolescentes de Marvel y Michael Douglas capitanea un ejército de hormigas mientras vivimos una divertida aventura familiar de viajes cuánticos bien surtida de acción y humor absurdo con Bill Murray paseándose a soltar un par de chistes, momentos Asylum y un villano icónico de Marvel enseñando el culo y enfadando a casi todo el fandom, para mi todo esto es un SI absoluto.
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