Tiempo. Título original: Old
Director: M. Night Shyamalan
Actores: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Alex Wolff, Thomasin Mckenzie, Abbey Lee, Niki Amuka Bird, Ken Leung, Nolan River, Alexa Swinton, Aaron Pierre
Guión: M. Night Shyamalan, Pierre Oscar Levy (Basado en su novela gráfica Sandcastle), Frederick Peeters (Basado en su novela gráfica Sandcastle)
Productores: M. Night Shyamalan, Ashwin Rajan, Marc Bienstock
Montaje: Brett M. Reed
Fotografía: Mike Gioulakis
Música: Trevor Gureckis
Producción: Unversal Pictures, Blinding Edge Pictures, Perfect World Pictures
Con esa escalada lenta pero segura que supuso la trilogía La Visita - Múltiple - Glass, parecía que la carrera de M. Night Shyamalan se asentaba de nuevo en la industria y dejaba atrás la polémica sobre el director hindú, tan amado en su primera etapa como odiado en sus años más desgraciados. Y es que la entrada en el universo Blum de terror de micropresupuesto y sobre todo el cierre de la trilogía de David Dunn parecía reconciliarnos con un director que nos había hecho disfrutar tanto de manera fugaz pero intensa a finales de los 90 y principio de los 2000 que hasta sabía mal estar de morros con él.
Tras el cierre de su trilogía superheroíca, Tiempo supone el regreso del Shyamalan más clásico, ese director al que le apasiona juguetear entre el thriller y el fantástico antes de mostrar que nos encontramos ante un drama casi intimista (y si nos paramos a pensar, lo ha hecho en la mayoría de sus películas).
En Tiempo, una familia acude al resort vacacional de sus sueños que se convierte en más paradisiaco aún cuando descubre una playa oculta para la mayoría de turistas en la que sin embargo pronto averiguan que el tiempo transcurre de forma diferente haciéndoles envejecer por momentos y de la que no pueden escapar.
A priori el regreso al fantástico más puro con un argumento de lo más atrayente parece la oportunidad perfecta para que Shyamalan vuelva a lucirse y lo hace tras la cámara, eso no se puede negar, con una elegancia y clasicismo en la creación de la tensión envidiable en un escenario tan poco propicio como esa playa desierta, con homenajes a clásicos e incluso películas propias incluidos.
Sin embargo hay algo que desde el principio va jugando en contra del film y acaba por apoderarse de él por completo, unos personajes tan vacíos y mal construidos que son capaces de estropear todo lo que intenta construir Shyamalan con su cámara. A la altura de su vacuidad están unos diálogos por momentos bochornosos y un avance de la acción a puro Deus ex machina que culminan con un clímax tan ridículo que trae a la mente los peores recuerdos de El Incidente (Efectivamente prefiero ni considerar After Earth y Last Airbender como parte de su filmografía).
Tiempo tiene interesantes hallazgos estéticos y vuelve a mostrar a un Shyamalan superlativo por momentos en el thriller aunque mucho más inconsistente en el drama lo que junto al mediocre tratamiento de personajes y la endeblez de su guion acaba arrastrando el film a un nivel medio mediocre con pequeños destellos de brillantez.
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