Director: Mike P. Nelson
Actores: Charlotte Vega, Adain Bradley, Bill Sage, Emma Dumont, Dylan McTee, Matthew Modine, Vardaan Arora, Adrian Favela, Tim DeZarn
Guión: Alan B. McElroy
Productores: James Harris, Robert Kulzer, Dylan Tarason
Montaje: Tom Elkins
Fotografía: Nick Junkersfeld
Música: Stephen Lukach
Producción: Constantin Film
Pese a no aparecer en las listas habituales del género, Wrong Turn (en España Km. 666) siempre ha contado con cierto cariño y reputación entre los aficionados, probablemente por saber no tomarse demasiado en serio a sí misma y ofrecer un agradecido y desinhibido espectáculo de gore. Sus secuelas incidieron aún más en ese carácter bestia y gamberro en una deriva hacia esas cintas de videoclub tan disfrutables como olvidables.
18 años después, Alan B. McElroy vuelve a reescribir la historia para ofrecer un remake con similar punto de partida para tomar después distintos caminos, especialmente en lo argumental.
Pese a un inicio que parecía prometernos un refrescante cambio del punto de vista para seguir a un padre en la investigación por la desaparición de su hija, rápidamente el film vuelve a sus orígenes y de nuevo acompañamos a un grupo de jóvenes senderistas en un pequeño pueblo de Virginia, a saber, ellos guapos, jóvenes e inteligentes urbanitas chocan contra lugareños racistas, paletos y homófobos antes de comenzar una excursión que todos sabemos acabará mal.
Que los protagonistas sean estereotipos andantes nunca ha sido un problema si tu decisión es convertirlo en trozos de carne para deleitarnos con sus muertes, pero este reboot olvida el gore más desenfrenado con un bodycount escaso y no demasiado disfrutable. El principal cambio de esta nueva versión es que abandona el survivor (donde más destaca una Charlotte Vega que sin duda es lo más destacado del film) y un slasher que ni siquiera aparece para apostar por un folk horror más efectivo en lo estético que en lo temático (pese a los intentos de un Bill Sage que es con mucho lo mejor de éste tramo), con una serie de giros argumentales tan poco imaginativos como mal trabajados.
Es cierto que en sus últimos minutos esta nueva Wrong Turn logra una divertida vuelta de tuerca que hace que su clímax final sea disfrutable, pero resulta escaso ante más de hora y medio de sopor y lugares comunes demasiado apocados.
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