Director: Martin McDonagh
Actores: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Kerry Condon, Abbie Cornish, Peter Dinklage, Caleb Landry Jones
Guión: Martin McDonagh
Productores: Graham Broadbent, Peter Czernin, Martin McDonagh
Montaje: John Gregory
Fotografía: Ben Davis
Música: Carter Burwell
Producción: Blueprint Pictures, Fox Searchlight Pictures
Tras su victoria en los Globos de Oro en la categoría de Drama, Tres anuncios en las afueras se coloca como la principal candidata a la victoria en los Oscar de este año, y no siendo mi favorita, o mejor dicho, no siendo mi preferida (esa llegará dentro de poco más de un mes a nuestras carteleras pero si me seguís por Twitter ya tendréis alguna pista) porque si creo que es la favorita para ganar, he de decir que Tres anuncios en las afueras es una película que roza la perfección y que me ha hecho disfrutar en el cine como hacía tiempo que no lo lograba otra película.
Es fácil que lo primero que te venga a la cabeza con esta película sean los hermanos Coen: un pueblo en plena América profunda y rural dónde parece que nunca pasa nada, personajes excéntricos y un humor de lo más negro. Sin embargo Tres anuncios en las afueras bebe de muchas más fuentes, del mismísimo Tarantino para empezar con esos diálogos secos, cortantes y llenos de ironía y deslumbrantes oneliners, pero sobre todo, nos muestra a un director, Martin McDonagh en toda su plenitud, que eleva al máximo todo lo que había apuntado con sus anteriores trabajos.
Tres anuncios en las afueras impresiona ya desde lo estrambótico de su argumento, el de una madre que decide alquilar tres carteles publicitarios para denunciar que el asesinato de su hija sigue sin resolverse varios meses después de cometerse, apuntando directamente a la responsabilidad del sheriff del pueblo.
Y a partir de aquí la extravagancia, pero también simpleza del argumento se va convirtiendo en una carretera sinuosa llena de giros y sorpresas inesperadas, mezcla aparentemente imposible de géneros (del drama rural a la comedia negrísima pasando por el thriller) y sobre todo carta de presentación de una serie de personajes memorables. Frances McDormand arrasa con todo lo que se le pone por delante cada vez que aparece en pantalla, su interpretación de una mujer tan fuerte como herida y humana la va a hacer acumular premios sin ninguna duda, su escena con el parroco del pueblo es una de las más disfrutables que se han visto en pantalla grande en los últimos tiempos. A su lado Sam Rockwell coge un personaje que en otras manos podría rozar el ridículo, un agente de policía racista, inépto y algo corto de luces y lo convierte en oro puro. Y por último Woody Harrelson, que una vez más (como ya le sucedió en True Detective) se queda fuera de los focos principales y sin embargo compone la actuación más compleja, la de un sheriff con varias luchas internas, protagonista además de la escena más impactante del film.
A la cabeza de estos tres titanes y el resto de un casting absolutamente sobresaliente en su conjunto, se encuentra un Martin McDonagh en estado de gracia en su doble labor al guión y la dirección, pero siendo absolutamente brillante en la escritura de una historia tan redonda y pulida como hace años que no vemos, mientras que tras la cámara, más allá de sus influencias y referentes McDonagh demuestra una voz propia y un sello personalísimo que nos hace pensar que con solo tres películas a sus espaldas nos encontramos ante uno de los directores con más presente y futuro del panorama actual.
Si tras este listado de alabanzas aún os quedan dudas, diré que estoy convencido que Tres anuncios en las afueras va a ser una de esas películas que no solo va a pasar a la historia del cine si no que va a sobrevivir al tiempo mejorando más y más con cada visionado (venga si, lo voy a decir ya que es el final: como Fargo), así que no perdáis más tiempo y disfrutad de una joya como hace tiempo no se ha visto en la gran pantalla.
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