viernes, 15 de septiembre de 2017

It

It

Director: Andy Muschietti

Actores: Bill Skarsgard, Jaeden Lieberhear, Jeremy Ray Taylor, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Chosen Jacobs, Jack Dylan Grazer, Wyatt Oleff, Nicholas Hamilton

Guión: Chase Palmer, Gary Fukunaga, Gary Dauberman (Basado en la novela de Stephen King)

Productores: Seth Grahame Smith, David Katzenberg, Barbara Muschietti, Dan Lin, Roy Lee

Montaje: Jason Ballantine

Fotografía: Chung Hoon Chung

Música: Benjamin Wallfisch

Producción: New Line Cinema, KatzSmith Productions, Lin Pictures, RatPac Dune Entertainment, Vertigo Entertainment


En plena vorágine de adaptaciones del Kingverso con multitud de películas y series anunciadas y tras el batacazo de La Torre Oscura, le toca el turno a la traslación al cine de una de las obras cumbres del escritor de terror, It, que a diferencia del film protagonizado por Idris Elba llega precedida de críticas abrumadoramente positivas y sobre todo de un enorme respaldo del público en la taquilla.

Ese éxito viene tras un proyecto ambicioso, arriesgado y complicado, especialmente porque adaptar una de las obras magnas de King es tarea complicada. Para ello se recurrió en primer lugar a Cary Fukunaga que venía de asombrar con True Detective y confirmarse con Beasts of no nation, de su película con Will Poulter en la piel de Pennywise tras las ya consabidas y cada vez más habituales "diferencias creativas" apenas queda su acreditación como guionista. En su lugar el elegido ha sido Andy Muschietti tras sorprender con Mamá, un director más centrado en el terror.

A diferencia de su versión televisiva de los 90 (que mal ha envejecido por cierto) se han evitado los flasbacks para recurrir a una historia que separa por completo la parte de infancia y adultos de los protagonistas. Así esta primera parte se convierte en un coming of age puro que narra la niñez de los personajes y su primer encuentro con Pennywise.



En esta ocasión la acción se ha trasladado a los años 80, que si bien es cierto que nos salen las cuentas si la segunda parte la quieren ambientar en la actualidad, también pierde el toque decadente de los años 50 - 60 que tanta importancia adquiría en el libro, dejando una sensación de querer aprovechar esa moda de la nostalgia ochentera (¿alguien dijo Stranger Things?, de hecho comparten un protagonista). Más allá de este detalle la película funciona a las mil maravillas cuando se pone en modo Cuenta conmigo (obra del mismo King no lo olvidemos), gracias a la relajada dirección de Muschetti en estos momentos, la maravillosa fotografía de Hoon Chung que nos transporta a esa época y la notable labor del reparto que consigue que Los perdedores sean más reales y más cercanos que nunca logrando una química entre los chavales que traspasa la pantalla y nos hace creer que estamos ante un auténtico grupo de amigos. Evidentemente la labor de los chicos es desigual y mientras Sophia Lillis destaca por encima de todos apoderándose de cada plano en el que aparece (apuntemos su nombre en la agenda), o Jeremy Ray Taylor y Jack Dylan Grazer aportan un valor a sus personajes que parecían no tener en la historia, hay otros que quedan más en segundo plano como Stan y Mike o quedan desdibujados como un mero alivio cómico como Richie. 

Sin embargo el problema llega cuando hay que abordar la parte del terror, con una interpretación de los temores infantiles de manera burda y superficial consistente en acumular torpemente un Jump Scare sobre otro, buscando embarcar al espectador en un tren de la bruja dejando la impresión de que el director se ve incapaz de mostrar los traumas de esos niños si no es con un payaso corriendo hacia la cámara con la música a todo volumen. Esto que podría ser solo decepcionante como oportunidad perdida para contar una historia más profunda y psicológica como pide la obra de King acaba siendo incluso molesto por el poco talento de Muschietti para este tipo de escenas (llamativo viniendo de donde viene), sin ningún tipo de originalidad visual y con escenas trilladas y carentes de estilo en su mayoría (podría salvar la del baño de Beverly y la de las diapositivas y poco más). Esto repercute en el trabajo de Bill Skarsgard que si bien ofrece detalles interesantes como un Pennywise más obvio y directo y menos retorcido que el ya mítico de Tim Curry, apenas tiene tiempo para desarrollar su maldad entre tanto CGI y carrerita a cámara gritando.



La sensación final que me queda con It, es tanto de decepción como de cabreo o diciéndolo de un modo más claro, de que la han cagado a lo grande, y es que teniendo los ingredientes para hacer por fin algo importante y conseguir la adaptación definitiva de Stephen King se han dejado llevar por el camino fácil, el que está llenando las multisalas de jovencitos ansiosos de sustos facilones, pero que no dejará ningún tipo de huella en la historia, una auténtica pena.

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