Se puede decir desde ya porque es difícil que ninguna la vaya a superar, The Gresasy Stangler es la película que más controversia va a levantar de todo el festival, amada por unos y odiada por otros no va a dejar a nadie indiferente.
Descacharrante comedia de humor chanante que no puede dejar de recordarnos a Little Britain, es decir, humor de mal gusto alargado hasta la desesperación con chistes de mierda, pedos, culos y pollas, si, sal gorda de la pura.
Con una B.S.O que se convierte en un chiste en sí mismo, gags como el de Potato o Bullshit Artist pasan a la historia de la comedia absurda en una película que se convierte en un clásico de culto para los amantes del exceso y de lo trash.
No voy a negar que en su parte central le pueden sobrar diez minutitos, pero cuando estás a punto de desconectar justo llega el apoteósico final y se lo perdonas todo.
Mientras yo lloraba de la risa a mi lado un espectador indignado preguntaba qué coño le estaban contando, pues eso, la marcianada del festival.
A las 10:30 llegaba uno de los momentos más importantes del festival en el Auditori, no obstante esta edición está dedicada al 50 aniversario de Star Trek y nada mejor que celebrarlo proyectando en semejante escenario la nueva versión de la película original. Antes Walter Koenig recibía su premio Máquina del Tiempo.
Con la sala llena de trekkies entregados, Star Trek; The Motion Picture - The Director's Edition (toma ya) como han llamado a esta nueva edición es un deleite para los fans y es que este aumento de metraje se recrea en los detalles, algo que quizás para los que acusan a la película de lenta esto les echará aún más para atrás, si unimos esto a la posibilidad de verlo en una pantalla como la del Auditori en una experiencia colectiva junto a otros amantes del film ha convertido el visionado en una maravilla de la que se disfruta cada minuto del metraje.
La película nos recuerda ese espíritu científico, filosófico y explorador de la saga original, puro hard scifi, antes de que se aligerara el tono en las nuevas entregas, la B.S.O de Jerry Goldsmith, ver de nuevo a Leonard Nimoy en pantalla o ese inconmensurable y atrevido final (por que hay que tenerlos muy bien puestos para no irse a lo fácil) cuyo climax es una reflexion sobre la naturaleza humana ha vuelto a poner los pelos de punta al personal y todos hemos salido tarareando la canción principal y saludando a Chekov que se ha quedado a ver toda la película y el tío era de lo más majete y accesible.
Llegaba el experimento del día, una película procedente de Malasia y con cuyo director por cierto me he chocado en el hall del Melia en el intervalo entre pases.
Y con ella ha llegado otro de mis habituales, quedarme solo defendiendo una película y eso ha pasado con Interchange, thriller con tintes sobrenaturales que construye un realismo mágico muy personal basandose en el folclore malayo y utilizando su mitología y elementos fantásticos.
Si bien la historia se disfraza inicialmente de thriller común con su ambiente opresivo lluvioso incluido y la sospecha de que un serial killer de extraños métodos anda suelto, pronto comienzan las sorpresas con un guión que administrando sabiamente la información en pequeñas dosis sabe llenar la historia de sorpresas pero cerrando cabos a la perfección, demostrando que se puede realizar una trama compleja con elementos fantásticos sin que el espectador se pierda. A eso hay que unir una sorprendente factura técnica y sobre todo el excelente ritmo de la cinta que hace que la acción nunca decaiga gracias al interés que suscitan los descubrimientos que se van haciendo sobre lo que está pasando. Si bien alguna actuación es cuestionable, el conjunto general me ha parecido brillante y me ha mantenido enganchado durante toda la película en este enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, vamos que he salido y la he votado con un 5 tan ricamente y no he ido a felicitar al director que andaba por ahí porque le estaban grabando en ese momento.
Pues dicho esto, a la salida, creo que he sido el único que ha pensado así, silencio muy frío al finalizar la película, comentarios de no he entendido nada mientras salíamos de la sala y bastantes votos entre el 1 y el 2
El día iba con un sorprendente 3 de 3, pero la lluvia que se había convertido ya en tormenton parecía anunciar lo que estaba por llegar.
Para empezar el retraso que no ha tenido 15 minutos más de lo esperado bajo la lluvia, que no parece mucho pero con la que estaba cayendo ha hecho que se vieran situaciones dantescas de gente calada hasta los huesos.
Una vez dentro Roggerio Deodato, el conocido director de Holocausto Canibal, ha presentado con mucha simpatía, su película Ballad in Blood tras 23 años sin estrenar un largometraje.
Y visto lo visto la verdad que podía haber seguido así, aunque duela decirlo, y es que Ballad in Blood se alza rapidamente con el título de peor película del festival hasta el momento con este film de factura de Serie B de la peor calaña porque ni divierte, ni asusta, ni provoca, tan solo aburre con una historia que parece sacada de un baúl de guiones de hace 30 años con estudiantes de Erasmus hiperexcitados que follan y beben mucho pero no interesan ni lo más mínimo.
Lamentable sería decir poco.
Y para acabar la noche una de mis a priori apuestas seguras y es que Rob Zombie hasta el momento no me ha decepcionado.
Y sin embargo 31 comienza a dar signos de agotamiento en el cine de Zombie, que si bien es cierto que claramente tan solo busca realizar un divertimento, apenas deja su sello con esos ambientes sucios y un par de villanos icónicos (ese Doom Head, auténtica joya y tabla de salvación de la película se merecía mucho más), tal es así que por momentos se podría decir que la película está realizada por casi cualquier director de terror actual.
Es cierto también que poco ayuda un guión que se esfuerza lo mínimo por colocar a los personajes donde deben estar y a partir de ahí establecer una estructura de videojuego en la que tienen que ir pasando niveles con enemigos cada vez más poderosos hasta llegar al Final Boss. Pero en otro momento, la mano de Zombie, capaz de crear ambientes insanos como nadie y de regalarnos imágenes absolutamente enfermizas, hubiera compensado las lagunas del guión (que por cierto también es suyo), sin embargo en ésta ocasión nos quedamos con un film de terror digno, tal y como está el género en estos momentos, pero que probablemente sea el peor de la carrera de Zombie.
Crónicas anteriores:
- Día 1
- Día 2
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- Día 4
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