Capitán América: Civil War. Título original: Captain América: Civil War
Director: Anthony Russo y Joe Russo
Actores: Chris Evans, Robert Downey Jr, Scarlett Johansson, Sebastian Stan, Daniel Bruhl, Anthony Mckie, Don Cheadle, Jeremy Renner, Chadwick Boseman, Paul Rudd, Elizabeth Olsen, Paul Bettany, Emily VanCamp, Frank Grillo, Tom Holland
Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely. Basado en el cómic de Mark Millar
Productores: Kevin Feige, Mitchell Bell, Christoph Fisser, Henning Molfenter, Charlie Woebcken
Montaje: Jeffrey Ford, Matthew Schmidt
Fotografía: Trent Opaloch
Música: Henry Jackman
Producción: Marvel Entertainment, Marvel Studios, Studio Babelsberg
Después de 12 películas lo han conseguido, la Fase 1 y 2, el MCU, lo podemos llamar como queramos pero la realidad es que el Universo Marvel se ha instalado de tal manera en el subconsciente colectivo que ya forma parte de él, cómo si no podemos explicar nuestra identificación y preocupación por una batalla entre héroes como Falcon, Vision, Ant Man, El Soldado de invierno, Visión, etc ... personajes que nunca habían trascendido más allá del cómic y que solo los más expertos conocían, incluso si nos queremos poner más estrictos tampoco Iron Man fue nunca un personaje excesivamente popular, tan solo el Capitán América podría tener ese papel, no estamos hablando de un Batman vs Superman (y no, no me quiero meter en esas absurdas rivalidades Marvel contra DC) y sin embargo el espectador percibe ésta batalla como algo muy personal, como un enfrentamiento entre personajes que ya ha convertido en suyos, ocho años después del estreno del primer Iron Man, ese es el gran éxito de Marvel.
Para dar comienzo a ésta Fase 3, Marvel ha elegido a los dos grandes iconos de su MCU, por un lado Iron Man, el que lo comenzó todo, el preferido del público y enfrente Capitán América, el elegido por la productora para ser el referente de su universo, ya sea como lider de Los Vengadores, ya sea porque su segunda parte fue la que introdujo a los que van a ser a partir de ahora los responsables de cohesionar ésta Fase tras la retirada de Joss Whedon, los hermanos Russo.
Civil War también une dos tramas principales, la del Capitán América tras lo sucedido en El Soldado de Invierno y la de los propios Vengadores tras La Era de Ultron y es que en el fondo aquí se enfrenta la lealtad de Steve hacia su amigo Bucky y la necesidad de Tony de afrontar lo sucedido en Sokovia, ese es el verdadero motor de la historia, los acuerdos de Sokovia no son más que un McGuffin para que la historia avance, Zemo no es más que otro villano mal desarrollado, aunque ésta vez muy bien resuelto (y de nuevo el gran fallo de Marvel con los villanos sale a relucir), aquí de lo que se está tratando es del enfrentamiento entre el Capitán América e Iron Man, la explosión de todo lo que se ha ido viendo venir desde los primeros Vengadores y que antes o después tenía que ocurrir.
Pero mientras todo esto sucede Civil War tiene tiempo para introducirnos muchas más historias, aunque sea a modo de pequeños detalles que más tarde se desarrollarán, es capaz de introducir dos personajes nuevos: Black Panther, el que promete va a ser el héroe más profundo de Marvel y que luce de maravilla en pantalla tanto a nivel físico como emocional y sobre todo Spiderman, lo que todos estábamos esperando y que en sus apenas 15 minutos en pantalla cumple lo suficiente tanto para ofrecernos al arácnido que llevábamos años esperando como para dejarnos con ganas de que vuelva pronto como promete la última escena postcréditos.
Y mientras la historia todavía tiene tiempo de relatarnos las dudas de Visión sobre su propia existencia, el miedo de la Bruja Escarlata a no controlar su poder o mostrarnos los primeros indicios de una más que previsible historia de amor entre ambos. También hay tiempo de comprobar de nuevo que Natasha Romanoff merecería por fin una película individual, porque es un personaje que Scarlett Johansson ha hecho suyo y que está repleto de posibilidades.
Pero sobre todo es el film en el que por fin Robert Downey Jr deja de tirar de clichés, sonrisas y chistes baratos para mostrar por fin el trasfondo de su personaje, el Tony inseguro que necesita redimirse de lo sucedido en Sokovia y ser capaz de retomar el pulso de una vida que definitivamente se le ha ido de las manos, un Tony Stark que ve en Steve Rogers una figura que respeta y odia a la vez, alguien a quién quiere odiar por su supuesta perfección pero de quién a la vez necesita aprobación como una especie de figura paterna. Y mientras Chris Evans se deshace al fin de la figura del boy scout perfecto, desengañado con la sociedad con la que le ha tocado vivir tras despertar de su sueño helado y tras todo lo ocurrido en Winter Soldier, desconfiado de las autoridades a las que sabe capaces de corromperse y movido solo por su lealtad hacia lo único que queda de su anterior vida, su amistad con Bucky.
Por todo ésto es por lo que el film decide de manera muy acertada enfocar éste enfrentamiento desde el punto de vista emocional más allá de sus repercusiones políticas, todo lo que pasa con el acuerdo de Sokovia nos da igual, que el plan de Zemo esté basado en las casualidades y los supuestos nos da igual, lo que nos importa es el enfrentamiento entre dos amigos, entre dos personajes con los que estamos implicados emocionalmente, y éste que es su gran acierto es también su gran error.
Pero dejándolo en suspenso como si fuera un gran cliffhanger tendríamos que hablar de un guión tan equilibrado que es capaz de introducir tal cantidad de conceptos y que los interioricemos sin ningún tipo de dificultad, mientras que en La Era de Ultron todo ocurría tan rápido que no teníamos tiempo de asimilarlo aquí todo fluye con una naturalidad pasmosa, cada giro que toma la historia es perfectamente consecuente con lo que hemos visto anteriormente y todo tiene lógica dentro de su estructura interna, sería interesante ver la película con alguien que no haya visto las películas anteriores de Marvel porque tengo la sensación de que comprendería sin dificultad la historia, y ésto en un film que es culminación de doce anteriores es algo de mucho mérito. A esto hay que unir la nueva demostración de los Russo tras las cámaras, sobresalientes de nuevo en las escenas de acción, con al menos cuatro grandes set pieces: la misión inicial en Nigeria, desencadenante de todo lo que va a suceder en el resto del film, la tan cacareada y absolutamente espectacular persecución en la autopista, la esperadísima pelea entre ambos equipos en el aeropuerto (con la gran sorpresa incluída de que dos robaescenas como Ant Man y Spiderman se lleven la función) y sobre todo la batalla final entre el Capitán América y Bucky vs Iron Man. Pero lo más importante de todo es que entre batalla y batalla la película fluye de manera ejemplar, sin llegar a aburrir en ningún momento, sin necesidad de recurrir (por fin) a los chistecitos típicos de la casa Marvel hasta el momento y ésto es algo que parece que le debemos a los Russo y que va a tener mayor continuidad si hacemos caso a lo visto en sus films, secundarios cómicos que tienen su momento pero un tono general algo más serio y dramático.
Y sin embargo, una vez que Civil War ha conseguido llevar todo ésto a buen término, la sensación final es de un enorme coitus interruptus, es decir, el film consigue implicarnos emocionalmente pero no se atreve a tomar decisiones importantes, no se atreve a mostrarnos una auténtica batalla en el aeropuerto, si no más bien una pelea entre amigos que defienden distintas posturas pero no quieren hacerse daño, consigue que en la batalla final entre el Capitán América e Iron Man comprendamos e incluso podamos defender las motivaciones de cada uno, pero no se atreve a dar ningún paso hacia delante, ningún salto al vació que impacte al espectador con lo inesperado e irremediable.
La demostración de ésto es quizás el enfrentamiento verbal que ya hemos podido ver en el trailer entre Tony Stark y Steve Rogers, Tony exclama:"A veces te rompería esa dentadura perfecta" y parece que todo va a explotar, todo ese odio que lleva en su interior va a saltar por los aires, y sin embargo no lo hace, la amenaza se queda en nada, lo inesperado nunca llega a suceder provocando una pequeña decepción en el espectador. Éste pequeño ejemplo vale para el conjunto de la película, y en ese sentido pierde una enorme oportunidad, la de ser el film definitivo que lleve a Marvel hacia una nueva dimensión, más seria, más trascendente, más trágica. Es cierto que quizás ni siquiera sea lo que quiera la propia Marvel, es mucho más fácil y más rentable mantener ese tono amable, ese eterno continuará, y todo ello lo logra con una película tan divertida como entretenida que en mi opinión supera de nuevo a las anteriores entregas de Los Vengadores y confirma a Capitán América como el auténtico motor de la franquicia, todo ello es apreciable hay que reconocerlo, pero teniendolo tan cerca, tan a mano, no puedo evitar cierta sensación de insatisfacción.
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