Tras un tercer día algo más tranquilo y en el que por fin pude descansar un poco más había ganas de recuperar el tiempo perdido, así que tocaba pegarse un nuevo maratón con seis películas que empezaba poco después de las ocho de la mañana y acabaría más allá de las doce de la noche. Después de seis horas de sueño las cosas se veían de otra manera, así que empezaba con ganas a pesar de que la lluvia que nos ha acompañado toda la jornada intentara chafarme el día.