Háblame

 

Háblame. Título original: Talk to me

Directores: Danny Philippou, Michael Philippou

Reparto: Sophie Wild, Joe Bird, Alexandra Jensen, Otis Dhanji, Miranda Otto, Zoe Terakes, Chris Alosio

Guion: Danny Philippou, Bill Hinzman, Daley Pearson

Productores: Kristina Ceyton, Samantha Jennings, Christopher Seeto

Montaje: Geoff Lamb

Fotografía: Aaron McLisky

Música: Cornel Wilczek

Producción: Bankside Films, Causeway Films, Head Gear Films, Metrol Technology, Screen Australia, Talk to Me Holdings, The South Australian Film Corporation

Háblame se ha convertido en el nuevo fenómeno del cine de terror este verano, género acostumbrado a vivir continuas olas de hype y decepciones ya sea por inteligentes campañas de marketing que ocultan el vacío de sus propuestas o de entusiastas comentarios de la críticas especializada ávidos de encontrar la última joya escondida del momento. 

Tras el film los hermanos Philippou, Youtubers más conocidos como RackaRacka, que a pesar de alguna visión algo prejuiciosa venían acumulando admiración y millones de visionados en su canal, algo que les permitió acumular experiencia trabajando en el rodaje de Babadook.

 Partiendo de las bases del cine de posesiones, renovando el subgénero de la ouija y utilizando un lenguaje tan innovador como arrollador Talk to me sobresale sobre propuestas recientes por su capacidad para tratar temas como las adicciones, la soledad o la pérdida sin olvidar su intención primigenia de ser un pequeño cuento de terror que actualiza pero también respeta las bases del género.

Un grupo de adolescentes australianos dan con una serie de fiestas donde se realiza el desafío más extremo y viral del momento, dejar que los espíritus les posean durante un corto espacio de tiempo a través del contacto con una mano embalsamada. El ritual por supuesto tiene sus reglas y evidentemente algo va a salir mal.

Y a través de esa maldición desencadenada los Philippou hablan sobre una generación que cruza del júbilo a la angustia a golpe de chute de adrenalina, que tan pronto se refugia en las redes sociales como se siente esclava de ellas, todo a través de unas personajes sólidamente construidos y una trama a la que es complicado encontrarle una sola fisura. Pero si algo sorprende especialmente en Háblame es la espectacular pericia de sus directores tras la cámara, capaces de pasarse una hora jugueteando con el espectador llevándole de la euforia festiva al terror más impactante y sorprendente de los últimos años para dar un nuevo giro y apoyar el film por completo sobre los hombros de una absolutamente espectacular Sophie Wild, que apunta maneras a futura estrella con su actuación. Junto a ella un casting que está de dulce desde unos secundarios sorprendentemente carismáticos hasta un Joe Bird capaz de sostener las secuencias más terroríficas del film.

Cuando el film se pone más dramático y quizás convencional lejos de bajar el ritmo logra que todo lo construido anteriormente cobre más importancia y haga que el viaje y sus consecuencias cobren más sentido aún.

Más allá de hypes y disputas, Háblame es una de esas películas que aparecen cada cierto tiempo para marcar un nuevo hito en el cine de terror, quizás el film que mejor haya sabido utilizar el lenguaje de una nueva generación que evidentemente pronto va a dominar la escena y que podrá citar este título no solo como precursor, si no a la altura de clásicos modernos como It Follows, Hereditary o La Bruja en esa liga juegan ya los Philippou con su ópera prima, casi nada.