Juego de asesinos. Título original: Copshop
Director: Joe Carnahan
Actores: Gerard Butler, Frank Grillo, Alexis Louder, Toby Huss, Chad L. Coleman, Ryan O'Nan, Robert Walker Branchaud
Guion: Kurt McLeod, Joe Carnahan, Mark Williams
Productores: Gerard Butler, Joe Carnahan, Frank Grillo, Mark Williams
Montaje: Kevin Hale
Fotografía: Juanmi Azpiroz
Música: Clinton Shorter
Producción: Sculptor Media, Zero Gravity Management, G - BASE, WarParty, Raven Capital Management
Joe Carnahan es uno de esos nombres que todo buen aficionado al cine de acción conoce pero que no ha conseguido ganarse un sitio entre el gran público, probablemente su oportunidad en las grandes ligas estuvo en la traslación a la gran pantalla de su infravaloradísima Equipo A tras el éxito de Ases calientes. Desde entonces el director ha encadenado proyectos interesantes pero sin el respaldo de la taquilla hasta que su anterior película, la divertidísima Muere otra vez acabó directamente en plataformas sin estreno en gran pantalla.
Y a pesar de esto el bueno de Carnahan sigue consiguiendo sacar proyectos adelante y manteniéndose como uno de los últimos bastiones de un cine de acción cada vez menos habitual, aunque sea implicando en la producción a medio equipo como en Juego de asesinos.
El film rápidamente toma un tono Carpenteriano con claro homenaje a Asalto a la comisaría del distrito 13 y es que un misterioso personaje decide hacer que le detengan para esconderse en la prisión de la comisaría de un pueblo de Nevada. El primer giro llega cuando descubrimos a su principal perseguidor en la misma cárcel, asi a la amenaza exterior se suma la del interior. Y aunque todo parece llevarnos a un típico actioner de tiroteos al estilo años 70, el film se preocupa de presentarnos a sus personajes con calma y hacer que empaticemos de algún modo con cada uno de ellos y es que la falta de información del espectador es uno de los principales factores con los juega la película, haciendo que cada traición o nueva amenaza sea una sorpresa también para nosotros.
Sin olvidar el característico humor negro de las películas de Carnahan, Juego de asesinos se convierte por sorpresa en un tensísimo duelo dialéctico durante casi dos tercios de su metraje sin lograr que la intensidad no baje ni un solo segundo. Y esta contención hace que su clímax sea más espectacular aún donde la acción se desata y el director tira de todo tipo de recursos estilísticos y pirotécnicos para impactar al espectador, con fuego, lluvia, cámara lenta y primeros planos épicos incluidos en un duelo final deudor del mejor Woo.
Frank Grillo convence a pesar de su horrendo pelo como un protagonista tan misterioso como poliédrico, Gerard Butler logra ser tan amenazante tras una rejas como cuando por fin desata su furia, Toby Huss es el contrapunto cómico que siempre está a punto de sobrepasar los límites y caer en el histrionismo pero que le da un aire muy necesario a la película frente a la tensión del interior y el resto de secundarios funcionan a la perfección en su papel, pero sin duda es Alexis Louder tirando de carisma la que sorpresivamente logra hacerse con la película ante dos bestias del cine de acción como Butler y Grillo.
Juego de asesinos tiene personajes molones, un guion juguetón que siempre sorprende al espectador y un final divertidísimo y espectacular que deja con ganas de más (y hasta aquí puedo leer). Por favor, sigan dándole dinero a gente como Carnahan.
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