Mass

 

Mass

Director. Fran Kranz

Actores: Martha Plimpton, Jason Isaacs, Reed Birney, Ann Dowd

Guion: Fran Kranz

Productores: Fran Kranz, Dylan Matlock, Casey Wilder Mott, 

Montaje: Yang Hua Hu

Fotografía: Ryan Jackson Healy

Música: Darren Morze

Producción: 7 Eccles Street, Circa 1888, 5B Productions

En una época plaga de franquicias, universos compartidos y películas acontecimiento aún podemos seguir dando gracias de la existencia de los festivales, reducto y tabla de salvación de lo que ahora se ha homogeneizado en el término cine independiente, películas pequeñas, sin un gran presupuesto ni un campaña de promoción detrás que confía su éxito al boca oreja de los espectadores, algo que durante décadas nos ha dejado clásicos de culto pero ha pasado a ser rara avis en los últimos años y continúa existiendo a duras penas gracias a estos festivales.

Y es que se hace difícil a día de hoy pensar no ya en una exitosa carrera comercial si no siquiera un estreno medianamente decente en las salas de Mass sin sus buenas críticas a nivel internacional en Sundance (en la edición que encumbró a CODA, la ganadora del Oscar de éste año) y su posterior éxito entre los afortunados que pudimos disfrutarla en el último festival de San Sebastián.

Mass es el estreno en la dirección de Fran Kranz, uno de esos secundarios habituales cuya cara nos es familiar pero nunca llegamos a identificar que sin embargo sorprende en su debut tras las cámaras con un contundente drama muy alejado de su habitual labor actoral.

Con un marcado carácter teatral el film nos deja claras sus herramientas desde el principio, un único escenario, cuatro personajes y una conversación (de la que sería mejor no saber nada a pesar de la multitud de críticas que ya la está destripando desde el primer párrafo) para tratar de traer luz a un hecho trágico que marcó sus vidas.

Apoyado en la excepcional actuación de sus protagonistas el guion también de Kranz explora la culpa, la vergüenza, la frustración o la búsqueda constante de una explicación imposible o una redención improbable. Sin adoptar ninguna postura ideológica Mass da tiempo a cada personaje en un diálogo en el que es imposible que haya vencedores ni vencidos y donde el dolor y la frustración inundan por momentos la pantalla pero curiosamente también la esperanza y la empatía.

A pesar de las dificultades de sostener una película de éste tipo Mass consigue mantener el interés del espectador con una dirección y montaje capaz de dar dinamismo y ritmo a una película meramente conversacional y a partir de ahí el trabajo actoral hace el resto. Resulta complicado destacar a ninguno por encima del resto, porque Plimpton, Isaacs, Birney y Dowd se apoyan y mejoran unos a otros en cada plano, explorando diferentes registros pero siempre al servicio del conjunto y logrando una de las mejores actuaciones corales vista en los últimos años en un drama tan intenso y emocionante como duro y complejo.

Mass apela a un tipo de espectador casi extinto a día de hoy en las salas de cine, el que busca una película que le sorprenda y le revuelva por igual, que deje un poso tal que meses después puedas seguir dándole vueltas y maravillándote con ese pequeño milagro, así que si eres ese tipo de espectador, confía en ese amigo que te la ha recomendado o en esa crítica que la ha alabado, no trates de descubrir más de su argumento y disfruta durante dos horas de una película de las que ya casi no se hacen.