Director: David Yates
Actores: Eddie Redmayne, Jude Law, Mads Mikkelsen, Jessica Williams, Erza Miller, Callum Turner, Dan Fogler, Alison Sudol, Richard Coyle
Guion: JK Rowlin, Steve Kloves
Productores: JK Rowlin, Steve Kloves, Tim Lewis, David Heyman, Lionel Wigram
Montaje: Mark Day
Fotografía: George Richmond
Música: James Newton Howard
Producción: Warner Bros, Heyday Films
Cuando en 2011 acabó la saga Potter después de alargar su duración con una última entrega dividida en dos partes para llenar aún más las arcas de Warner Bros en la la productora comenzaron a pensar como podían seguir exprimiendo hasta la última gota del universo mágico y sus fans incondicionales. Ante la imposibilidad de seguir contando con el ya no tan pequeño elegido de la cicatriz en la frente decidieron adaptar un pequeño libro publicado por Rowling para los más completistas del Potterverso, un pequeño bestiario con una clasificación magizoologica (toma ya) de las criaturas mágicas de la saga.
Pero quizá más sorprendente aún fue encontrarnos con esa divertidísima aventura con aroma clásico que fue Animales fantásticos y dónde encontrarlos, pero en lugar de apostar por tomar una vía paralela a lo ya conocido el final del film nos abría las puertas a una especie de precuela del universo Potter. El siguiente paso fue la desastrosa Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald donde se perdía toda la frescura de la inicial (y por momentos a sus personajes) para situarnos realmente en una saga precuela en la que las criaturas y Newt realmente comenzaban a ser lo de menos.
Tras el desastre de Los crímenes de Grindelwald y con la entrada de Steve Kloves, algo que se agradece y mucho, no obstante participó en siete de las ocho aventuras de Potter, la saga vuelve a reiniciarse y es que alguien debió recordar la expectación que levantaron las palabras de Rowling cuando reescribió la historia de Dumbledore una vez acabados los libros y desveló su historia de amor con Gellert Grindelwald y sus coqueteos con el lado oscuro de la magia.
Así Los secretos de Dumbledore es prácticamente un nuevo inicio a la saga, donde ya nadie se acuerda que esto iba de criaturas mágicas y comienza a situar las piezas en el tablero ante la inevitable batalla final entre Dumbledore y Grindelwald. Olvidando algunos personajes, haciendo desaparecer a otros por arte de magia (chiste fácil, lo siento) y dando toda la importancia a los dos amantes rivales, el film se centra en un confuso y por momentos irrelevante plan para evitar el ascenso de Grindelwald al poder de la comunidad mágica.
David Yates sigue demostrando que maneja los duelos y las secuencias de acción mágica como nadie en la saga y entre aventurilla y misiones secundarias nos va dejando claro lo importante, el inabarcable carisma de Jude Law como Dumbledore que hará que se adueñe de la saga sin lugar a dudas y la confirmación de que Newt Scamander va a acabar reducido a simple secundario ayudante, algo que se agradece ante el aumento de tics cada vez más insoportables en la actuación de Eddie Redmayne.
Hay tiempo también para dar solución al finalmente no tan enorme cliffhanger con el que acababa la segunda película del film o recordar que el recurso de las criaturas mágicas podía haber funcionado por sí solo como motor de la saga (si, bailecito incluído) pero cuando realmente funciona el film es cuando Mikkelsen y Law aparecen en pantalla, tanto en los paralelismos del ascenso político del primero con la más triste historia Muggle como en los momentos en que Dumbledore se nos va mostrando poco a poco como el icono que finalmente será y esas escasas pero impactantes dos escenas que comparten juntos nos muestran que la trágica historia de amor y desencuentro entre ambos será lo que finalmente pueda conseguir que nos entreguemos a una saga que comenzó de manera prometedora, parecía herida de muerte en su segunda entrega y puede que sea capaz de remontar el vuelo.
Los secretos de Dumbledore sigue arrastrando ciertos defectos en su estructura, como la irregularidad en el interés de la trama o su incapacidad para que conectemos con la mayoría de personajes ya que aumentan o disminuyen de importancia (incluso algunos desaparecen) sin demasiada explicación y sobre todo se sigue viendo lastrada por su carácter de capítulo intermedio, sin una sensación real de avance o de amenaza para nuestros protagonistas.
Sin embargo la nueva entrega de la saga nos ofrece un capítulo mucho más entretenido y cargado de aventuras y por fin parece decidirse a otorgar el protagonismo a sus dos personajes más interesantes, puede ser que no fuera lo que nos prometieron en un principio, pero vista la deriva de la franquicia sin duda parece la mejor idea ahora mismo.
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