El sustituto
Director: Óscar Aibar
Actores: Ricardo Gómez, Vicky Luengo, Pere Ponce, Joaquín Climent, Frank Feys, Nuria Herrero, Pol López
Guión: Óscar Aibar, María Luisa Calderón
Productores: Gerardo Herrero, Pedro Pastor, Mariela Besuievsky
Montaje: Teresa Font
Fotografía: Alejandro de Pablo
Música: Vanessa Garde, Manuel Roland
Producción: Tornasol Films, Voramar Films, Radio Televisión Española, Isaba Producciones Cinematográficas, Entre Chien et Loup
Experto en hablar de perdedores y antihéroes Óscar Aibar se lanza en esta ocasión a recrear una historia basada en hechos reales, como ciertamente recuerda en sus minutos iniciales, que lamentablemente sorprenderá a muchos (así nos va) como es la presencia de ex militares nazis viviendo su retiro dorado en la costa española durante los años 80 (y los que aún quedan).
El sustituto del título es Andrés Exposito (excelente Ricardo Gómez) un policía que abandona la ajetreada Madrid de los comienzos del post franquismo en busca de tranquilidad en una ciudad costera donde poder tratar la enfermedad de su hija.
Con una estupenda presentación de su protagonista fuera de campo como una suerte de aspirante a Areta si la situación lo hubiera permitido Aibar se toma su tiempo en ponernos en situación, y es en este primer tercio donde el film brilla con una excelente recreación de la España ochentera, entre el avance democrático, la multitud de dejes franquistas que aún perduran en la sociedad y el desfile de una serie de personajes secundarios perfectamente perfilados con apenas cuatro detalles de cada uno y que siempre aportan a esa sensación de verosimilitud que planea en toda la película.
Puede que el avance en la investigación policial nos suene a ya visto, pero son sus protagonistas los que nos van a hacer agarrarnos a la historia, desde la entrañable relación entre Andrés y Colombo (Pere Ponce demostrando una vez más que es uno de los mejores actores españoles vivos) hasta el evidente juego de espejos y semejanzas entre personajes de los años 80 y de nuestra actualidad.
Tal vez los dos tercios iniciales del film con su presentación de personajes y desarrollo de la investigación destaquen más que una resolución algo precipitada pero a pesar de todo el film todavía se reserva un par de escenas de acción que homenajean de la mejor manera al cine español ochentero y un par de perlitas finales que no por evidentes dejarán de levantar sonrisas (o indignación, quién sabe) entre las butacas.
El Sustituto es la historia de un héroe solitario tratando de huir de su pasado sin un futuro claro a la vista pero también de una España ansiosa de cambios pero aún plagada de fascismo y corrupción policial, política e inmobiliaria que nos recuerda que quizás nuestro país no haya cambiado tanto como habíamos soñado hace 40 años.
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