Última noche en el Soho. Título original: Last night in Soho
Director: Edgar Wright
Actores: Thomasin McKenzie, Anya Taylor Joy, Matt Smith, Michael Ajao, Synnove Karlsen, Diana Rigg
Guion: Edgar Wright, Krysty Wilson Cairns
Productores: Tim Bevan, Edgar Wright, Eric Fellner, Nira Park
Montaje: Paul Machliss
Fotografía: Chung hoon Chung
Música: Steven Price
Producción: Complete Fiction, Film4, Focus Features International, Perfect World Pictures, Working Title Films
En un mundo perfecto, o para ser más justos, más ajustado a mis gustos cinematográficos, cada película de Edgar Wright sería esperada como uno de los momentos importantes del año a nivel de estrenos y es que todavía me sigue extrañando que el creador de la magnífica trilogía del Cornetto y sobre todo de la infravaloradisima y cada vez más de culto Scott Pilgrim contra el mundo siga siendo un semi desconocido a niveles masivos. Es cierto que con Baby Driver dio un salto adelante en popularidad, curioso con su película más floja hasta el momento, tal vez por aquello de venir del si pero no de Ant-Man. Lamentablemente tampoco parece que Última noche en el Soho vaya a poner a Wright en el mapa mainstream, pero es bastante probable que los seguidores del director y algún que otro neófito salgan con una gran sonrisa en la boca de la sala de cine.
Es curioso porque sin ser su mejor película, Última noche en el Soho es una película que atesora todas las cualidades de Wright como director, hasta el punto de parecer que toda su carrera ha sido un aprendizaje hasta poder realizar esta película. El manejo del ritmo, la habilidad para navegar entre géneros y la brillante dirección de actores ha estado presente durante toda su carrera, pero todo en este film parece elevado a su máxima expresión.
Pero frenemos un poco, no demasiado, para hablar del argumento lo justo, porque esta es una de esas películas de la que es mejor no conocer demasiado, pese a que su campaña promocional ya se ha encargado de destripar alguna sorpresa. Si podemos decir que en Última noche en el Soho, la joven Eloise viaja a Londres para cumplir su sueño de estudiar en una escuela de moda de la gran ciudad, allí acabará viviendo en una pequeña habitación en el Soho donde años antes también vivió otra joven repleta de sueños e ilusiones ... y hasta ahí podemos leer.
Porque aunque por momentos podamos adivinar los constantes giros del guion vivirlos por uno mismo es toda una experiencia, el viaje desde el coming of age, hasta la comedia musical beat homenajeando al londres sesentero para de repente girar al misterio, el thriller, el whodunit o incluso el giallo. Todo esto batido con el estilazo visual característico de Wright (los juegos con los espejos son ambrosía pura) y su ya tradicional gusto musical.
Si además le sumamos una Thomasin McKenzie cargada de dulzura de la que es posible no enamorarse, una Anya Taylor Joy que una vez más (y van ...) se come cada plano en el que interviene y un Matt Smith tan enigmático como siempre, tenemos una película que nos enamorará en su primer tercio y nos mantendrá pegados a la butaca hasta sus últimos minutos donde llegará el gran pero de la película, una resolución algo tosca y con algún momento que otro un tanto discutible en su ejecución.
Con una recepción algo tibia a nivel de crítica y una taquilla que tampoco está acompañando, Última noche en el Soho tampoco será la película que lance a Wright al estrellato, pero si que es un film que por momentos (muchos) demuestra el infinito potencial de su director y nos ofrece uno de los viajes más sorprendentes y alucinantes que se han podido vivir este año en una sala de cine. Con sus más y sus menos, es un enorme SI.
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