Director: Filippo Meneghetti
Actores: Barbara Sukowa, Martine Chevallier, Léa Drucker, Jerome Varanfrain, Muriel Benazeraf, Agustin Reynes
Guión: Malysone Bovorasmy, Filippo Meneghetti, Florence Vignon
Productores: Laurent Baujard, Pierre Emmanuel Fleurantin
Montaje: Ronan Tronchot, Julia Maby
Fotografía: Aurelien Marry
Música: Michele Menini
Producción: Paprika Films, Tarantula, Artemis Production, VOO, BE TV, Shelter Prod
Asistimos afortunadamente en los últimos años a cierta reivindicación del cine romántico con parejas maduras como protagonistas, y es que la comedia romántica con bellísimos jóvenes cargados de preocupaciones entre la adolescencia y la mediana edad ha copado durante años las pantallas. Evidentemente con el paso de los años esas historias de amor no acaban, simplemente sus problemáticas cambian y el cine parecía un tanto reacio a mostrarlos en pantalla, quizás por aquello de que es más fácil vender la belleza, la juventud y la felicidad que las arrugas, los achaques y cierto tono pesimista.
Haneke ya nos habló hace unos años del amor en los últimos años de vida y el impacto de una enfermedad en la pareja, tema éste que también trataron Supernova el año pasado y Hope en éste 2021 cada uno desde su punto de vista, Ira Sachs sin embargo puso su mirada en la complejidad de una relación homosexual tras varias décadas de relación.
Estos, son solo algunos ejemplos de la importancia y necesidad de éste tipo de historias y sin embargo el debutante Filippo Meneghetti ha confesado en alguna de sus entrevistas la dificultad para levantar un proyecto como este debido a la edad de sus protagonistas, Nina y Madeleine, dos vecinas jubiladas que llevan enamoradas en secreto varias décadas y cuya relación sufre un duro golpe cuando están a punto de poder comenzar a disfrutar libremente de su amor.
Entre nosotras retrata la relación de estas dos mujeres de manera austera en lo narrativo, mostrándonos su historia de amor a través de pequeños detalles, sin grandes artificios, pero cargada de ternura y sensibilidad, buscando la complicidad de un espectador que entiende sin necesidad de más explicaciones. Es por ello que el impacto emocional golpea aún más, por la identificación y empatía con sus protagonistas, excelentes Martine Chevalier y Barbara Sukowa que nos llevan de la emoción a la rabia e impotencia por momentos.
La elegante delicadeza de Meneghetti tras la cámara a la hora de mostrar la relación entre las dos mujeres se desvanece un tanto a la hora de retratar los problemas de ambas con su entorno, con unos personajes algo más desdibujados, sin embargo la inevitable ternura que nos producen sus protagonistas y su romance acaba con cualquier posible reproche hacia tan bella historia de amor.
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