Los Miserables

Los Miserables. Título original: Les Miserables

Director: Ladj Ly

Actores: Damien Bonnard, Alexis Manenti, Djebril Zonga, Issa Perica, Al Hassan Ly,

Guión: Ladj Ly, Alexis Manenti, Giordano Gederlini

Productores: Toufik Ayadi, Christophe Barral, Ladj Ly

Montaje: Flora Volpeliere

Fotografía: Julien Poupard

Producción: Sraf Films, Lyly Films, Rectangle Productions, Canal +, Cine +, Le Pacte, Wild Bunch




En 1862 Victor Hugo escribe Los Miserables, una de las obras cumbres de la Literatura francesa, en 2005 se suceden los disturbios en Francia y el Distrito 93 se hace tristemente famoso por la quema de coches por parte de los manifestantes, por aquel entonces Ladj Ly fue testigo de la explosión de violencia e incluso grabó con su cámara algunos de esos momentos.

Años después la denuncia de la opresión a los más desfavorecidos del escritor y poeta de Besanzon sigue más de actualidad que nunca, la tensión social parece a punto de estallar en revolución, ya sea con chalecos amarillos o en las banlieue y Ladj Ly sigue contándolo, ya no en formato documental, si no convirtiendo su exitoso corto "Los Miserables" en el largometraje que representará a Francia en los próximos Premios Oscar.


Stephane, un policía nuevo en la capital, llega a Montfermeil, para comenzar a patrullar en uno de los distritos más conflictivos de París. En la calle las celebraciones por la victoria de Francia en el Mundial se suceden y los jóvenes dedican el verano a meterse en líos, como el pequeño Issa.

Ladj Ly dedica el primer tercio de la película a radiografiar el barrio, a la vez que sigue la patrulla de los tres agentes, explorando las distintas comunidades que conviven en el lugar y aprovechando su experiencia en el formato documental para conseguir trasladarnos a las calles del Distrito 93.

Así lo que parecía que se iba a convertir en un Training Day a la francesa en la que todo lo que pueda pasar mal pasa en el primer día de un policía novato siguiendo los tropos habituales del thriller policiaco se va convirtiendo en una potente crítica social contra la impunidad policial, un alegato moral en el que su director no teme posicionarse apuntando directamente al estado y sus instituciones. 

La tensión se hace insoportable por minutos, tal vez por la habilidad del director para llevarnos hasta el límite en su potente clímax, tal vez porque el espectador observa en la pantalla una realidad fácil de reconocer, la de una sociedad desestructurada a punto de romperse ante la más mínima chispa.

No hay malas hierbas ni hombres malos, solo malos cultivadores dijo Victor Hugo hace más de 150 años, no podréis contener su ira advierte uno de los protagonistas del film y Los Miserables se convierte en denuncia y amenaza a la vez, pero sobre todo en una experiencia cinematográfica tensa, asfixiante y reflexiva como pocas veces hemos visto en los últimos años.