Glass
Director: M Night Shyamalan
Actores: Bruce Willis, James McAvoy, Samuel L Jackson, Anya Taylor Joy, Sarah Paulson, Spencer Treat Clark, Charlayne Woodard
Guión: M Night Shyamalan
Productores: M Night Shyamalan, Jason Blum, Marc Bienstock, Ashwin Rajan
Montaje: Blu Murray, Luke Ciarrocchi
Fotografía: Mike Gioulakis
Música: West Dylan Thordson
Producción: Universal Pictures, Blumhouse Productions, Buena Vista International, Perfect World Pictures
Cuando en el año 2000 El protegido fue incomprendido por crítica y público pocos creían que esa historia pudiera dar más de si, a pesar de que su director no paró de insistir durante años en que en su cabeza eso solo era el comienzo. El director hindú salió precisamente de su crisis creativa volviendo a la idea original de una de sus mejores películas con Múltiple una inesperada secuela que no solo enlazaba a la perfección con su predecesora, si no que como film en sí mismo (que gana con cada revisionado aviso, como la mayoría de sus películas por otra parte) nos dejaba intuir que tal vez el mejor Shyamalan estaba volviendo.
Glass no solo es el cierre perfecto para esta trilogía, si no que nos permite algo que sus seguidores llevábamos mucho tiempo deseando decir, SHYAMALAN IS BACK.
Glass transcurre apenas un par de semanas después de lo visto en Múltiple, con David Dunn decidido a dar caza a la bestia y con la inclusión de un nuevo personaje, el de la Doctora Ellie Staple que tras dar caza a ambos los encierra en un psiquiátrico para reunirlos con Elijah Price, para convencerlos de que esos poderes que creen tener no son tales si no producto de su demencia y por tanto los superhéroes no existen.
Y en Glass una vez más, como es marca de la casa en la carrera de Shyamalan, la acción no se desarrolla en base a lo que espera el espectador si no del modo en que lo requiere la historia, porque esta trilogía comiquera, más que superheroica, nunca ha consistido en grandes peleas ni batallas del bien contra el mal, si no en tres personajes que pese a sus habilidades especiales lo único que siempre han intentado es encontrar su lugar en el mundo.
Con un McAvoy de nuevo sobresaliente y camaleónico, comodísimo en su papel múltiple y un Bruce Willis que cumple dignamente a pesar de que se le nota que ya no está para estos trotes ni física ni interpretativamente, Glass sin embargo y pese a su menor presencia en pantalla se revela como el film de Samuel L Jackson, clarísimo alter ego del director, al que en esta ocasión la contención le sienta de maravilla y es que como ya sabemos una mente maestra debe estar siempre en la sombra.
M Night Shyamalan vuelve por sus fueros jugando con la composición de planos con colores y estructuras que no paran de sugerir y jugar con el espectador, el film a menudo transita entre tantas capas dramáticas, argumentales y metalingüisticas que no para de desafiarte y maravillarte.
Pero Glass sobre todo es el cierre perfecto a una trilogía tremendamente consecuente consigo misma, y es que una vez vista en su conjunto es apasionante observar como los hilos maestros de su historia siempre han estado presentes y al concluir, los arcos tanto de sus personajes como del microuniverso formado entre ellos se cierra milimetricamente, a la vez que nos permite soñar con un Universo Extendido de Shyamalan.
¿Por qué no?, mi entrada desde luego ya la tiene.
Por si no os parecía suficiente, junto a @ComboDuoPlus y @Danilovich3 doy un poco más la turra con el tema y hablamos de alguna cosilla más:
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