Director: Spike Lee
Actores: John David Washington, Adam Driver, Topher Grace, Laura Harrier, Jasper Paakkonen, Ryan Eggold, Michael Buscemi, Corey Hawkins
Guión: Spike Lee, Charlie Wachtel, David Rabinowitz, Kevin Willmott (Basado en el libro de Ron Stallworth)
Productores: Jordan Peele, Jason Blum, Spike Lee,
Montaje: Barry Alexander Brown
Fotografía: Chayse Irvin
Música: Terence Blanchard
Producción: Blumhouse Producctions, Legendary Entertainment, Monkeypaw Productions, QC Entertainment
Pocas cosas más reconfortantes en la vida que reencontrarte por sorpresa con un viejo amigo al que llevas años sin ver. Una sensación parecida produce volver a contar con el mejor Spike Lee tras un paso por el desierto que duraba más de 15 años.
Y es que tras un comienzo arrollador Lee alcanzó el cenit de su carrera con la sobresaliente La última noche para caer en un pozo que parecía sin fondo si tenemos en cuenta el esperpento que supuso el remake de Oldboy o ridiculeces como Da Sweet Blood of Jesus o Red Hook Summer.
Para su triunfal regreso Spike Lee se ha valido de la historia real de Ron Stallworth, el primer agente afroamericano de la historia en la policía de Colorado y que se infiltró en el Ku Klux Klan con la ayuda de otro policía judío. Y si, todo lo que estáis leyendo es verdad, porque una vez más la realidad supera a la ficción.
Tal vez lo que más ha gustado y sorprendido de Infiltrado en el KKklan es la capacidad de Spike Lee para abordar este tema desde el humor sin abandonar la denuncia social tan característica de su cine, así el film consigue equilibrar la parodia humorística hacia el KKK y la buddy movie policial de sus dos protagonistas sin dejar de expresar su mensaje social y político.
Es este carácter burlón y desinhibido el que hace que Infiltrado en el KKKlan avance a través de sus diferentes tramas sin perder el ritmo en apenas ningún momento consiguiendo además que su humor más irreverente no solo no oculte si no que apuntale la reflexión moral y política del film.
Si para algo sirve BlackKklansman además de para recuperar al mejor Spike Lee es para demostrar una vez más (y van ...) que más allá de odios y fobias por su participación en cierta saga galáctica, Adam Driver es uno de los mejores actores de su generación, capaz de manejar en esta ocasión el tempo cómico a la perfección como contrapunto del más explosivo John David Washington formando una pareja perfectamente equilibrada y compenetrada.
Tomando como referencia las secuencias de apertura y cierre de Infiltrados en el KKKlan, tanto el desternillante gag del cameo con referencias poco disimuladas de Alec Baldwin como las escalofriantes imágenes reales con la que se cierra el film nos hacen sospechar que tal vez no solo es que haya regresado el mejor Spike Lee con su cine de denuncia social de finales de los 80 y principios de los 90, si no que es la propia sociedad norteamericana la que parece estar retrocediendo a esa época y volviendo a hacer necesario ese mensaje que tan bien sabe expresar el director afroamericano.
Siempre es bonito reencontrarse con un viejo amigo, pero ojalá no fuera en estas circunstancias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario